Bután, país del sur de Asia, ubicado en la cordillera del Himalaya, se convirtió en el primero del mundo en vacunar a toda su población contra el SARS-CoV-2.
En dos semanas, la nación inmunizó a sus aproximadamente 800 000 habitantes, resultado de una evidente responsabilidad social para encarar la pandemia del coronavirus.
Bután notificaba unos 1 200 casos confirmados, una sola muerte, y 1 030 recuperados, indica el diario Granma, que refiere, también, que ha sido muy estricto con la aplicación de medidas de distanciamiento físico y el cierre de sus fronteras.
Entre las disposiciones aplicadas en el país asiático se encuentran la cuarentena por 21 días para todo el que ingrese a la nación, restricciones para reuniones y festividades de cualquier tipo, y el autoaislamiento familiar en áreas específicas.
A ello se adiciona que, al decretarse el cierre parcial por un evento epidemiológico, las personas únicamente pueden visitar tres tiendas al día dentro de su propio territorio, por solo una hora, y cubiertas de una protección física completa.
Con límites fronterizos al norte con la República Popular China y al sur con la India, Bután, cuya capital es Timbu, es uno de los países más pequeños y con menos población del planeta.
(Con información de Granma)