Puede considerarse que el auge de la nueva extrema derecha se produce como consecuencia de una demanda nacionalista de ciertos sectores de la sociedad que los partidos tradicionales parecen no poder satisfacer, y no solo como una muestra de descontento que es lo que, en gran medida, argumenta la tesis del “voto de protesta”. El caso de Alemania es un referente importante en ese sentido.