Aun cuando los cálculos iniciales luego de acontecido el incendio forestal —el mayor siniestro de este tipo ocurrido allí— en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt vaticinaban una afectación entre las 1 000 y 3 000 hectáreas, análisis recientes de imagen satelital corroboran que los perjuicios ocasionados, preliminarmente, ascienden a cerca de 1 896 hectáreas.
Trabajos y levantamientos de campo que se acometen en el lugar aún pretenden discernir la totalidad de los daños; no obstante, de acuerdo con estos últimos reportes el área afectada hasta hoy representa alrededor de un 3 por ciento de la superficie terrestre del parque.
Según el experto forestal, Rolando Villaverde cerca de las tres cuartas partes del polígono quemado pertenece a bosques de coníferas y el resto a charrascales, cuyos estragos más severos se constataron en la parte baja; es decir, en ejemplares jóvenes.
Otras especies de árboles endémicos también se hallan afectadas como el copal, manajú, cordobán, roble negro, ocuje colorado, las orquídeas y helechos arborescentes de la zona. Además de los perjuicios forestales, de los suelos y del recurso agua, también se evalúan los daños a la fauna, pues se estima que el siniestro afectó considerables cifras de insectos, reptiles, arácnidos, moluscos y de la avifauna en reproducción.
Según los expertos las mayores afectaciones ocasionadas por el incendio —que duró más de 10 días— tuvo lugar en un paraje de Yateras, Guantánamo, comprendido en el Departamento de Conservación Ojito de Agua, valioso refugio faunístico, donde en 1987 fue visto por última vez en la isla el Pájaro Carpintero Real cubano.
Tras los estudios de los daños ocasionados comenzará el programa rehabilitador del Parque Nacional Alejandro de Humboldt y los expertos aseguran que en 10 años no quedará allí huella del siniestro.
Datos ofrecidos por la Estación Ecológica Piedra la Vela, del Parque Humboldt, confirman que el incendio inició entre Cayo Probado y Alto de Cruzata, a unos 500 metros del límite físico entre el holguinero municipio de Moa y el montañoso Yateras, de Guantánamo.
A causa de la fuerza del viento, la sequía y los grandes volúmenes de material combustible natural en la zona, en abril el fuego se extendió hacia el suroeste, a la cuenca del Río Yarey, en Yateras, para nuevamente retornar a parajes de Moa, y luego de aplacado (tras poco más de una semana de azote) reavivó en mayo uno de sus focos remanentes, en un par de días definitivamente sofocado.
El pasado 30 de abril el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma) informaba que el incendio de grandes proporciones en el Parque Nacional Alejandro de Humbold ya estaba controlado.
(Con información de la Agencia Cubana de Noticias)