Los deportes colectivos en Cuba viven difíciles momentos en materia de resultados internacionales a todos los niveles. Una dura realidad que golpea a disciplinas que le han regalado muchísimas glorias a Cuba después del triunfo de la Revolución.
Ha sido tanto el éxito de los deportes colectivos que un mismo día, el 6 de septiembre de 1978, Cuba se coronó como campeón mundial en dos deportes colectivos: voleibol femenino en la URSS y béisbol en Italia.
En el concierto olímpico también tuvieron protagonismo estos dos deportes. Las Espectaculares Morenas del Caribe ganaron de manera sucesiva tres juegos olímpicos. El béisbol también tuvo su época dorada, con cinco finales olímpicas consecutivas entre 1992 y 2008, en las que conquistó tres coronas y dos medallas de plata.
El baloncesto femenino estuvo cerca del podio olímpico con el cuarto lugar en Barcelona 1992 y el sexto en Atlanta 1996. Década dorada en la que le balonmano masculino alcanzó el histórico octavo lugar mundial en El Cairo 1999.
Pero, ¿Qué ha sucedido en los últimos años?
El retroceso en los deportes por equipos ha sido marcado, al punto de que ni en los Juegos Centroamericanos y del Caribe existe dominio cubano. En Barranquilla 2018 solo el hockey sobre césped ganó en los dos sexos.
Los malos resultados se patentizaron en los Juegos Panamericanos de Lima con el desastroso sexto lugar del béisbol.
En juegos olímpicos, solo el voleibol masculino participó en Río de Janeiro 2016, con pobres resultados debido a los sucesos de Finlandia, que obligaron a cambiar a casi todo el equipo previo a la cita estival.
Este deporte se quedó a un set de clasificar a Tokio 2020, donde únicamente fuimos representados por el voleibol de playa femenino.
El panorama no es alentador.
ACTUALIDAD DESDE LAS CANCHAS
Este año el voleibol masculino, deporte de más proyecciones debido a su número de jugadores contratados en ligas foráneas, no ha estado bien en los eventos internacionales. Cuarto lugar en la Copa Panamericana y discretos puestos 16 en el mundial sub-19 y 11 en el sub-21, no son una buena señal.
El béisbol se redimió con el cuarto lugar en el mundial para menores de 23 años, aunque nuestro pasatiempo nacional no gana un título internacional desde la corona en el mundial sub-15 de 2016.
El éxodo de peloteros desde las categorías inferiores agudiza el futuro de este deporte en la mayor de las Antillas.
El voleibol femenino perdió hace mucho tiempo la supremacía en el área, y no parece que pueda recuperarla con prontitud.
El balonmano masculino arrasó con un equipo de lujo en los Centrocaribe. Incluso finalizó como subcampeón mundial en el torneo para naciones emergentes celebrado en Georgia 2019, pero en Lima 2019 descendió en sus resultados.
Quizás la única excepción agradable sea el softbol masculino con el título en Barranquilla después de 20 años sin conseguirlo. Además, los softbolistas finalizaron en un meritorio décimo lugar mundial en Republica Checa, tras 31 años sin participación en citas del orbe.
El resto de las disciplinas están bien distantes del primer nivel mundial.
CALI 2021: ¿LA ESPERANZA?
Lo atletas que participarán en los Primeros Juegos Panamericanos Juveniles Cali 2021 constituyen el relevo rumbo a próximos ciclos olímpicos.
Cuba solo participará en tres deportes colectivos. El béisbol prácticamente asistirá con un equipo reconstruido. Parece una seleccion con poca dinamita y muchas dudas en su pitcheo. Tendrá los mismos rivales que en el mundial de la categoría celebrado México, por lo que acceder al podio se antoja muy complicado.
El balonmano, otro deporte con pasos de avance debido a las contrataciones de jugadores en ligas foráneas, asistirá con sus dos equipos.
Veremos que pueden hacer los hombres que ganaron el clasificatorio y cuentan en sus filas con los jugadores contratados Frank Cordiés y Claudio Ramos. Para las mujeres, clasificadas por otorgamiento, resultará más complicado el reto panamericano.
El voleibol de playa también asistirá con duplas en los dos sexos, pero el nivel en el área panamericana es bastante fuerte. Conseguir un podio sería una buena actuación.
Si juzgamos por la participación de deportes colectivos en la justa cafetera, el futuro próximo se torna bastante incierto. Y duele porque hace treinta años, ganar en deportes colectivos a nivel de área era como tomarse un vaso de agua.
Parece que seguirán temporadas con mucha sed.