Al menos 40 inmigrantes de Rusia y otras repúblicas de la ex Unión Soviética habrían llegado este fin de semana de manera ilegal a los Estados Unidos en un barco fletado en Cuba.
La operación de contrabando detectada el domingo a Key West, Florida, fue confirmada por Alyson Crean, vocera del Departamento de Policía de Cayo Hueso y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés).
Las autoridades locales no sabían si el grupo había huido recientemente de la guerra o si llevaba algún tiempo en Cuba. La operación está siendo investigada por varias agencias federales.
El DHS informó el lunes por la tarde que 15 inmigrantes de Rusia y un par de ex repúblicas soviéticas entraron en EEUU como parte de un “contrabando marítimo” realizado en un barco de pesca deportiva, de 30 pies, que navegó desde Cuba.
Todos los inmigrantes capturados fueron puestos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza y van a ser deportados: nueve son de Rusia, cuatro son de Kazajstán y dos son de Kirguistán.
Sin embargo, funcionarios del condado de Monroe, que incluye Key West y el resto de los Cayos de Florida, dijeron que los testigos aseguraron que los 15 podrían haber sido parte de un grupo más grande de unas 40 personas que viajaron en el bote desde Cuba.
The Washington Post dice que los otros pasajeros, en su mayoría de Rusia, partieron antes de que los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) llegaran al lugar.
Aunque los funcionarios del condado de Monroe están acostumbrados a que los inmigrantes cubanos lleguen a los Cayos de Florida, dijeron que era la primera vez que se encontraban con inmigrantes de Rusia o Europa del Este que cruzaban el Estrecho de Florida hacia Estados Unidos.
“Los contrabandistas no tienen en cuenta las vidas de los migrantes y demasiadas vidas se pierden en el mar cuando las personas emprenden el peligroso viaje en botes improvisados, balsas y otras embarcaciones mal equipadas para manejar las aguas turbulentas”, dijo Eduardo Maia Silva, portavoz del DHS.
Cualquiera que “intente ingresar a los Estados Unidos por mar, sin una base legal para ingresar, estará sujeto a expulsión”, aseguró el funcionario.
“Esto es algo diferente y nuevo”, dijo el alcalde del condado de Monroe, David Rice, y agregó que los funcionarios inicialmente trataron el incidente como un “evento de seguridad nacional”.
El alguacil del condado de Monroe, Rick Ramsay, dijo que era prematuro ver este incidente como una posible tendencia más amplia en los patrones de migración.
Mientras Shannon Weiner, directora de manejo de emergencias de este condado, dijo que el FBI también está ayudando a CBP y al Departamento de Seguridad Nacional a investigar el incidente.