En un cambio inesperado, seis de los nueve cubanos que por más de dos meses han permanecido retenidos en Ucrania rechazaron la supuesta ayuda que ofreció en días recientes la embajada de Cuba en Kyiv.
“Hoy me doy cuenta una vez más que en el régimen no se puede confiar. Pongo mi vida en manos de nuestros amigos opositores, de todos los periodistas que nos están ayudando, del Congreso de Estados Unidos, de los cubanos de a pie, en nombre Dios”, dijo en un video enviado a Radio Televisión Martí, Yosiel Hérnandez, uno de los detenidos en el Centro para Migrantes de Nikoláyev, a unos 200 kilómetros de la capital de Ucrania y donde se reportan bombardeos todos los días.
Nikoláyev o Mykolaiv está bajo asedio permanente de las tropas de Vladimir Putin porque es un punto estratégico para avanzar a lo largo de la costa del Mar Negro hasta Odessa, el cuartel general de la armada ucraniana y el puerto civil más grande del país.
Esta semana, los migrantes detenidos allí desde el 6 de enero dijeron haber aceptado un ofrecimiento de la embajadora de Cuba en Kyiv, Natacha Díaz, que se habría comprometido a gestionar su libertad, sin deportación a la isla.
La diplomática se habría comunicado con las autoridades del centro de detención, además con, al menos dos de los migrantes, para gestionar su traslado por tierra a la República de Moldavia, situada entre Rumanía y Ucrania, donde también Díaz es la representante diplomática de Cuba. Este reportero recibió una copia del texto que los migrantes aseguraron fue enviado vía Whatsapp por la embajadora con el ofrecimiento.
De acuerdo con el texto, la diplomática cubana estaría “haciendo las coordinaciones para que la guagua reciba autorizo para llegar hasta donde están” y aclara que “sin eso, no puede pasar por los puntos de control”.
“Se está avanzando, pero esos trámites hay que hacerlos, y por esos les pido que esperen. Trataremos de que salgan lo antes posible”, habría escrito la diplomática.
Pero según la versión de los migrantes, el martes, la embajadora habría llamado a uno de ellos para recriminarlo y ofenderlo por las declaraciones concedida a los medios y le advirtió que ella no aceptaría presiones.
“No voy a aceptar chantajes del régimen ni ofensas como lo han hecho cuando hemos publicado estas noticias”, dijo Hernández, originario de San Luis, Pinar del Río.
Los cubanos plantearon que originalmente acordaron aceptar la ayuda del régimen porque la dirección del centro les había informado que era el único país que se podía encargar de tramitar su libertad.
En una segunda mención sobre el caso desde que el grupo ingresó a Ucrania de manera irregular y fue detenido, la víspera, Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, de la Cancillería, en La Habana, escribió en su cuenta oficial de Twitter que las autoridades ucranianas “plantean que, en caso de deteriorarse las condiciones, nuestros connacionales serán reubicados en otra instalación segura, por decisión de las autoridades pertinentes”.
En un texto publicado en la red social, el 10 de marzo último, el diplomático comentó que “como parte de la atención consular que se le brinda a los 9 ciudadanos cubanos detenidos en el Puesto de estancia temporal para extranjeros de Nikoláyev, las autoridades migratorias ucranianas informaron que disponen de atención médica, alimentos y calefacción”.
A los comentarios del diplomático, Hernández respondió: “¿Quién le dijo a Ud. que estamos seguros en un centro para refugiados donde el país está siendo atacado por aliados de Cuba que dijeron que no iban a atacar Ucrania y lo están atacando, que dijeron que no iban a matar civiles y están matando?. ¿Cómo va a decir que estamos seguros aquí”.
En iguales términos en otro audiovisual, se pronunció su compañero de dormitorio, Luis Miguel Reyes: “Quiero decirles que, de los nueve cubanos, sólo seis estamos en contra del régimen. Pueden decirle a la embajadora que puede venir a buscar a esos tres. Nosotros seis, no nos iremos con ella”.
Los nombres de los otros tres cubanos son Raicel Sedeño, Iris Dali Tobal y María Fernanda, según la información aportada por Reyes y Hernández.
“Nos tienen engañados, poniendo en el noticiero que nos están atendiendo y todo es una mentira. No se dejen engañar más por el gobierno cubano”, dijo Reyes.
El inmigrante también pidió ayuda de oficiales electos estadounidenses como el senador republicano Marco Rubio y la gobernadora demócrata del estado de Nueva Yor, Kathy Hochul, que en semanas recientes dijo que estaría dispuesta a recibir a refugiados ucranianos.
“Libertad para Cuba, Patria y Vida y abajo la dictadura”, concluyó Reyes.