LA HABANA, Cuba.- Desde el centro penitenciario de Valle Grande, al oeste de la capital cubana, el manifestante del 11J Pedro Albert Sánchez denunció que se encuentra sin tratamiento médico desde el momento de su arresto.
Albert Sánchez, de 66 años de edad, padece cáncer de próstata, para el cual recibía tratamiento en el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), conocido popularmente como el Oncológico, sin embargo, tras ser encarcelado la terapia quedó inconclusa.
Según dijo a CubaNet, las autoridades del penal simplemente le dieron a su hijo el resultado de un chequeo anterior y le aseguraron que su padre está “estable”. Valga acotar que dada la brutalidad que caracteriza al sistema penitenciario castrista su enfermedad es incompatible con la prisión. Además padece de colitis ulcerativa crónica.
Pedro Albert explica que es licenciado y trabajaba como profesor de física y matemática en el preuniversitario Manolito Aguiar, en Marianao, hasta que renunció a su empleo pues el adoctrinamiento, confiesa, era irreconciliable con sus principios.
Según contó, durante las protestas populares del 11 de julio encaró a las brigadas de respuesta rápida de su localidad (Guanabacoa) para intentar hacerles comprender que los manifestantes no estaban cometiendo ningún delito sino meramente ejerciendo un derecho. En aquella ocasión estuvo encarcelado durante 18 días hasta que su hijo pagó una fianza de 3000 pesos.
Posteriormente participó en varias caminatas en apoyo a las convocatorias del grupo Archipiélago. El 3 de noviembre recibió una citación de la unidad de policía de Guanabacoa y al presentarse lo dejaron preso. Está acusado del supuesto delito de desórdenes públicos.
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