El usuario de Facebook, Ivo Laffite Rodríguez, denunció este viernes la falta de marcapasos en el sistema de salud cubano.
El mensaje iba dirigido a sus amigos y familiares residentes en Estados Unidos. En la publicación el internauta explicaba que su padre, Aurelio Laffite Batista, tiene puesto un marcapasos desde hace ocho años que debe ser reemplazado pero “en Cuba no hay”.
Además, explica que “solo le queda un mes de vida según pronósticos del cardio centro de Santiago de Cuba” y aclara que a quien pueda enviarle uno, él le pagará su costo mediante una “transferencia desde Italia”.
El ciudadano, residente en el municipio de Jesús Menéndez, explicó que la vida de su padre depende del dispositivo médico encargado de regular los latidos del corazón.
Según detalló en un comentario de la publicación, el envío debe realizarse “a través de la Cruz Roja Internacional, desde Estados Unidos u otro país, al cardio centro de Santiago de Cuba” a nombre de su padre, Aurelio Laffite Batista.
En la isla hace meses se viene denunciando en redes sociales la falta de medicamentos e insumos para servicios médicos.
Recientemente, la estudiante Rosa de la Caridad Tang pidió ayuda para conseguir el fármaco Ursobilane de 300 gramos, imprescindible para la adolescente holguinera Alexa Gil Ricardo, quien se encontraba hospitalizada en la institución médica William Soler, de La Habana.
“Necesita este medicamento para su operación de trasplante de hígado. Por favor, el que lea esta información y tenga el medicamento ayúdenos, de él depende su vida. Compartan la publicación, solo le quedan para seis días. Bendiciones para todos”, concluyó Tang.
También el pasado 21 de marzo usuarios en redes sociales pidieron ayuda para conseguir el medicamento “Novoseven”, también conocido como “Factor VII”, necesario para un paciente de Hemofilia A de la ciudad de Santa Clara. Según difundió en Facebook la periodista Claudia Rafaela Ortiz Alba, el joven padece con frecuencia crisis de la enfermedad.
Sin embargo, mientras en Cuba escasean los medicamentos, el régimen continúa vendiéndose como destino turístico de salud para recaudar las divisas que tanto necesita e impulsar su propaganda de desarrollo médico.