Santa Clara, 10 abr (ACN) Volar helicópteros requiere de una gran preparación por parte del piloto, y maniobras como mantenerse en el aire sobre un objetivo, sin trasladarse de dicha posición, resulta de las más difíciles en la aviación moderna.
Para el capitán Sergio Luis García Fajardo, Jefe de nave MI-17 del grupo de aviación del centro, dominar ambos desafíos ya es parte del día a día en su carrera, a la cual ha amado con pasión desde la niñez.
Soy hijo de un piloto y desde pequeño siempre lo vi en cumplimiento de misiones, vestido con su overol verde, lo que siempre me atrajo a este orgullo que siento hoy de ser piloto cubano y piloto de la Revolución, confesó a la prensa el joven de 31 años.
Graduarme de esta profesión fue de los momentos más importantes en mi vida, seguir los pasos de mi padre en la aviación y consolidar en la mejora de las habilidades en el vuelo.
Experiencia acumulada necesaria para enfrentar otro gran misión; el suministro de oxígeno a la región oriental del país en los días más duros del enfrentamiento a la pandemia de COVID-19 en Cuba, en el mes de agosto del pasado año.
Estuvimos 31 días en el transporte de oxígeno a toda la región oriental, de día y noche, en condiciones desfavorables, pero en garantía de vida para muchas personas que en aquellos difíciles momentos no podían prescindir de nuestra misión, significó García Fajardo.
Muchas veces tuvimos que sobrevolar los poblados y hospitales para que la gente tuviera la confianza de que el oxígeno llegaría a cualquier lugar donde se necesitara, relató.
Sergio Luis comparte la vocación con su padre; el teniente coronel Sergio, jefe de grupo de aviación, condición que le exige más aún en el cumpliminto del deber, refirió.
Para mi como padre es un orgullo haberlo tenido aquí durante tanto tiempo, participé en su niñez y luego en su formación como profesional, alegó el teniente coronel.
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Mi mayor satisfacción es que ha sabido cumplir y no ha defraudado en todo lo relacionado con la preparación y formación militar que posee, comentó el progenitor.
A él le exijo más, porque lo hago aquí, en la casa y en cualquier labor y misión que desempeñe, subrayó.
Para Sergio Luis sus mayores sueños son tener una larga carrera como piloto y poder cumplir con todas las misiones que le asignen con pericia y profesionalidad.
Confiesa que ya tiene un pequeño y que cada vez que escucha un helicóptero empieza a decir bien alto papá – papá, lo que lo convida a ser mejor cada día.