Rodrigo García Ameneiro fue tercera base en el equipo del municipio Plaza de la Revolución. Le fascinan los deportes pero si tiene que elegir—como le tocó hacerlo en su momento—prefiere percutir las cuerdas del piano. Esa decisión, más allá de provenir de una familia que optó por la música como una forma de vida, está condicionada por ese amor innato en aquellos que nacen para crear.
“El ambiente favoreció mi decisión. También la preparación que tenía desde niño. Además, el piano me apasiona. Después de las pruebas me llamaron para decirme que había sido el quinto en el escalafón de ese instrumento y había solamente cuatro plazas. Me dieron la opción del violín y dije que no. Si no era en el piano, prefería seguir con el deporte. Pero, un mes más tarde dieron otra capacidad y pude finalmente entrar en la escuela”.
“Lo que más me llama la atención de la música es la creatividad, la espontaneidad, la improvisación; la interpretación de un lenguaje y la comunicación. La música tiene todas esas riquezas que se explotan en un escenario”, asegura en esta entrevista, vía WhatsApp.
De hecho, la constancia y el esfuerzo siempre ha sido parte ineludible para Rodrigo García Ameneiro. “Los músicos somos como atletas de alto rendimiento, que todos los días tenemos que ir enseñando al músculo y al cerebro las cosas que tienen que hacer. Por eso es importante calentar y después ejercitar lentamente, para que el cerebro pueda procesar, guardar esa información y repetirla luego”.
Al describir las sensaciones que le provoca este instrumento, empieza afirmando que no pasa un día sin tocarlo. Es parte esencial en su vida. “Con el piano he podido sentir todas las emociones. Es increíble esa sensación de llorar con lo que haces, con lo que trasmites al público”.
Después, detalla los diferentes momentos: tedioso cuando estás estudiando y tienes que leer una pieza de cero. Luego, motivador, al ver el resultado en el escenario, en un disco o en los rostros de orgullo de la familia.
Al músico nunca antes le gustaron los instrumentos de cuerdas, y ahora le fascinan, pero desde el punto de vista del espectador. Su caballo siempre será el piano.
En la entrevista exalta la grandeza del instrumento: “Tiene una confección increíble. ‘El más completo de la música’ porque abarca muchos registros y funciones, tanto rítmicas como armónicas. Entra en todos los géneros posibles y por tener tantas posibilidades, estilos y funciones, es tan difícil su estudio”.
***
El joven pianista de 23 años empieza ahora el cuarto año en el Instituto Superior de Arte (ISA) y hasta la fecha posee un currículo de excelencia.
- Primer Premio en el Concurso VIVO International Competition(New York), que le permitió tocar en el afamado Teatro Carnegie Hall en el 2016
- Premio de composición en el Stanford Workshop en el 2016
- Segundo premio en el Concurso Nacional de Música de Cámara UNEAC en el 2018
- Primer Premio del Concurso Musicalia Internacional (pianista solista) en el 2019
- Segundo premio en el Concurso Internacional “International Grand Prize Virtuoso Londres”, junto al Trío de Ciudad, en el 2019
- Segundo y tercer premios en las categorías de música de cámara y piano respectivamente en el Festival Concurso Internacional “Villahermosa” en el 2019
- Primer premio junto a Tania Haase (Espiral Dúo) en 2019 en el “International Grand Prize Vituoso Amsterdam”
- Tercer premio en el Festival Concurso Internacional “Villahermosa” en el 2020
- Gran Premio en el Concurso Musicalia en la categoría Conjuntos/Formatos y Segundo Premio del “Medici International Competition”(Londres) con el Espiral Duo (2021)
- Gran Premio del Rocky-“Mountain Music Competition”(piano solista) en el 2021
- Primer Premio Categoría Piano en “Tiziano Rossetti International Music Competition”, semifinalista en “Worldvision Contest” y recibe el “Premio Batuta” a la Joven Promesa, también en el 2021
Rodrigo también es parte del Espiral Dúo junto a la violinista Tania Haase. Asimismo, ocupa el puesto de pianista titular de la Jazz Band de Joaquín Betancourt y productor musical de Rochy Ameneiro.
En el año 2016 funda su propio grupo Ceda el Paso, con el cual se ha presentado en el Festival Amigos del Jazz de Santiago de Cuba, el Festival Internacional de Cine de Gibara, Festival Internacional Jazz Plaza 2018, Festival Nacional de Jazz en Matanzas y el Festival Internacional de Jazz de Nicaragua, por solo citar algunos.
En 2021 lanza su primer disco como pianista solista Generación, bajo el sello de Producciones Colibrí y el álbum Cuban Soul junto a Tania Haase para KNS Classical.
***
De niño junto a Daiana García participaba en talleres con una onda un poco más divertida. “Después, cuando mi tía vio que estaba avanzando, llamó a Hortensia Upmann, la increíble maestra que me puso las manos en el piano”.
Posteriormente, entró en la escuela Paulita Concepción, en el Cerro. Un tiempo después se traslada a la Manuel Saumell.
Para Rodrigo constituye un reto quitarse esa etiqueta que hasta dónde ha llegado, ha sido gracias a la influencia de sus padres— la cantautora Rochy Ameneiro y el acreditado productor Josué García. Su premisa es ganarse todo por su talento y esfuerzo propio.
“No obstante, es un orgullo ser el hijo de Rochy Ameneiro, el sobrino de Aldo López Gavilán. Nunca lo he visto como una traba. Al revés. El ambiente musical de la familia ha sido un apoyo y ha contribuido a mi desarrollo profesional”.
-¿Cómo surge Espiral?
“Tania Haase y yo somos pareja hace casi 10 años. Después que llevábamos un tiempo juntos decidimos defender nuestro propio proyecto musical. Casi todo el tiempo hacíamos cosas con nuestras familias. También nos compenetramos en nuestra concepción de la vida profesional. Empezó como algo más escolar porque hacíamos música de cámara en la escuela y después eso fue tomando fuerza.
“Nos entendemos muy bien en los ensayos, aunque a veces resulta complicado porque no es lo mismo la relación personal a la profesional. Hay que saber los límites y no dejar de exigir uno al otro. Ha sido especial y también que hayan llegado premios internacionales y un disco que estamos por estrenar”.
Rodrigo defiende la idea de que cada persona tiene sus motivaciones y maneras de asumir la vida para lograr ciertas cosas. Para él, la clave del éxito está en sentirse a gusto con lo que se hace e intentar hacerlo bien. “Dejar una huella por donde pasemos. Todo se logra con sacrificio, dedicación y entrega”.
En este sentido, considera que el éxito radica en llevar a la par la felicidad emocional, la familia, el trabajo y las metas. Cree que destacar en el panorama sonoro cubano es difícil por la cantidad de músicos de calidad que se gradúan cada año en el sistema de enseñanza artística.
“Es un honor contar con un espacio para enseñar la música que hago. Agradezco siempre a todas las personas que me que me han ayudado y han propiciado esos intercambios. Ese es mi compromiso: aprovechar todas las oportunidades y poder hacer las cosas lo mejor posible. Tratar de ser auténtico; tener mi sello ya sea como compositor o intérprete. No sacrificar ideas en la medida de lo posible. Tratar de ser honesto conmigo”.
Le gusta verse como un pianista polivalente, en todos los estilos posibles. “Mientras pueda y siga teniendo ganas, trataré de seguir haciendo el máximo de cosas para abordar mi lenguaje y mi sello como artista”.
-¿En qué momento se encuentra la carrera de Rodrigo García Ameneiro?
“Quiero pensar que está empezando y que va a seguir en ascenso. He aprovechado el tiempo que he tenido para hacer cada proyecto que podido. Sueño con discos, grabaciones, concursos, viajar y tocar en otros en otros lugares. Espero que eso siga y que mi música pueda llegar a la mayor cantidad de lugares posibles.
“No sé qué rumbo puede tomar, verdaderamente. El secreto está en trazarse metas y proponerse objetivos que estén por encima de lo que has logrado. Que cada meta me brinde esa chispa que me lleve a seguir trabajando cada día, con el mismo amor de siempre”.
Vea además:
Rodrigo García Ameneiro y la magia de hacer soñar a través del piano