El gobierno salvadoreño aprobó un proceso para otorgarle refugio al pastor cubano Carlos Sebastián Hernández Armas, quien quedó varado en el aeropuerto de la capital del país, cuando Nicaragua le prohibiera la entrada a su territorio.
“Ya podemos salir del aeropuerto, gracias a Dios. En un momento, nos vienen a buscar para llevarnos a un lugar de hospedaje que tiene el Gobierno para estos casos. Estamos muy agradecidos a Dios, a todos ustedes, a todo lo que están haciendo”, dijo en una transmisión en vivo por Facebook, Hernández Armas, secretario de la Convención Bautista de Occidente de Cuba.
“Vino el director de Migración de aquí de El Salvador, junto con una joven enviada por la Primera Dama. Él me dijo que venía enviado por el presidente David Bukele. Y vino un equipo con él, psicólogos para los niños. Me preguntaron qué quería yo, qué estaba solicitando y me están aceptando que empiece un proceso para refugiados aquí en El Salvador”.
También el reverendo agradeció a las autoridades de El Salvador la solidaridad y apoyo que le han dado en un momento en que se encontraba desesperado ante la posibilidad de ser regresado a La Habana.
“Va a iniciar un proceso, pero en ese proceso ya yo salgo de aquí [del aeropuerto] y ese es un primer paso muy importante para nosotros”, señaló.
Hernández Armas viajaba junto a sus dos hijos, menores de edad, hacia Nicaragua, con el objetivo de seguir rumbo a los Estados Unidos. Sin embargo, en la terminal aérea de San Salvador, Managua prohibió que abordara el segundo vuelo alegando presuntas razones del protocolo sanitario por la pandemia.
“Mis hijos aquí conmigo, Carlos Elías y Enoc. Ellos han sido ejemplares y no hay nada que preocuparse porque Dios está al control. Estamos cansados, nos hemos duchado una sola vez desde que llegamos aquí. Hemos comido bien. En este aeropuerto hay más comida que en toda La Habana junta”, bromeó.
“Hemos sido tratados muy bien aquí. Naturalmente, hubo momentos de tensión cuando las autoridades migratorias me orientaron que yo tenía que regresar a
Panamá, pero yo entendí perfectamente que ellos estaban haciendo su trabajo, pero en ningún momento yo fui ofendido”.
El reverendo encabezaba la Iglesia bautista de El Cotorro de La Habana, donde ha emitido encendidos sermones contra el régimen cubano, que lo difamó en medios estatales y lo “reguló” en 2019.