El primero de febrero de este año dio inicio la consulta popular del proyecto Código de Familias en Cuba. El proceso se extenderá hasta el 30 de abril y cuenta con más de 78 mil puntos de reunión.
Desde enero el país se preparó mediante capacitaciones a las autoridades locales. Además, entre los días 27 y 28 de enero se realizó una prueba dinámica, en la que participaron las 12 513 comisiones electorales de circunscripción. Los resultados de ese evento fueron vitales para solucionar problemas que impedían la participación ciudadana, como limitaciones de transporte.
Al respecto, la presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Balseiro Gutiérrez, resaltó la importancia de la consulta del documento jurídico, al que calificó de amplio y complejo, pero de gran trascendencia para la familia cubana. Es por ello que manifestó que se implementarán alternativas para quienes no puedan asistir a las reuniones, por ejemplo, por estar aislados por padecer COVID-19. En esos casos podrán hacer llegar sus opiniones por escrito.
Asimismo, en aras de hacer el proceso más participativo, el Ministerio de Relaciones Exteriores habilitó un procedimiento para que los ciudadanos cubanos en el exterior puedan comunicar sus pareceres sobre el documento legislativo. Se realizará reuniones de consulta en las embajadas y oficinas consulares, como parte de las 109 circunscripciones especiales que funcionarán en el proceso, informó Balseiro Gutiérrez.
Por otra parte, se incorpora a la consulta el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Por ejemplo, la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) desarrolló la aplicación “Consulta Popular” para que sea más fácil estudiar el Código. Esta está disponible desde el 28 de enero en el sitio Apklis.
Avanza en todo el país la consulta popular
Desde inicios de este mes comenzó la consulta popular sobre el Código de Familias en los espacios habilitados con anterioridad. En los barrios, locales o centros de trabajo se han desarrollado reuniones con el objetivo de recopilar las opiniones y sugerencias del pueblo, las cuales enriquecerán el texto final del documento, tan importante para la familia cubana.
Sobre el formato de estos encuentros, la presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Balseiro Gutiérrez, manifestó que no son espacios para discrepar o discutir sobre ningún tema, sino para recoger información y procesarla.
Para participar los electores deben clasificar en las categorías de Modificación, Adición, Eliminación, Dudas, Favorable y Otras lo que deseen expresar sobre los artículos o secciones del proyecto. A los puntos de reunión pueden llevar sus propuestas por escrito o exponerlas y luego verificar que estén plasmadas tal cual ellos lo expresaron, subrayó Balseiro Gutiérrez.
Entre los temas del Código de Familias que más han suscitado opiniones se encuentran los relacionados con el matrimonio, la responsabilidad parental y los derechos de las personas de la tercera edad.
Por ejemplo, en el encuentro acontecido en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) las intervenciones se plantearon inquietudes sobre el cuidado de los adultos mayores y personas en situación de discapacidad, garantías salariales de las personas cuidadores, pensiones alimenticias a los hijos, matrimonio, adopción y maternidad. Aunque de forma general, los participantes calificaron al proyecto como más acorde a los tiempos actuales y destacaron la necesidad de velar por algunos aspectos de alta complejidad contenidos en el documento.
Por otra parte, en Matanzas, abogados y otros especialistas reconocieron el abordaje de la familia socioafectiva. Se debatió la inclusividad en el Código y las nuevas facultades que se otorgan a la mujer.
“Por mi experiencia personal en el área donde vivo, y por lo visto en la prensa aprecio la atención de la población al proceso”, expresó a la agencia Prensa Latina el jurista y profesor de derecho, Lázaro Vega.
El especialista manifestó que el proyecto se sustenta en un nuevo orden constitucional con las familias como unión de personas vinculadas por lazos afectivos, sicológicos y sentimentales con sentido inclusivo.
“Sobe todo la actualidad porque el código vigente es de 1975; cuantas cosas no han cambiado desde esa fecha como las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo, esto lo recoge y defiende el proyecto a individuos que viven en nuestra sociedad, en este país”, destacó.
Está previsto que el procesamiento de todos los planteamientos de la Consulta Popular y su entrega a la Asamblea Nacional del Poder Popular sea en mayo. A partir de esto, la ANPP analizará las propuestas y para julio se estima que se publique el proyecto final de Código de Familias, el cual será llevado a referendo popular.