Cuba desmanteló una red delictiva de tráfico de droga y responsabilizó al Gobierno de Estados Unidos por la impunidad con que actúan desde aquel territorio elementos dedicados a ese flagelo, que crece y se desarrolla en el mundo por ser un negocio muy lucrativo.
Como resultado de varias operaciones policiales realizadas, las autoridades demostraron que un emigrado en EE. UU. persistía en organizar el envío al territorio nacional de cannabinoides sintético para su posterior comercialización en la capital.
El capitán Arnal Ramos Maqueira, instructor de la Dirección General de Investigación Criminal, dijo, a la Televisión Cubana, que el modus operandi del cual se valía el sujeto para la introducción de la droga era el enmascaramiento de la sustancia en el doble fondo de carteras. Refirió que en la complejidad de la investigación influyó la total impunidad con que actuó el emigrado cubano en EE. UU., que no ha dado respuesta a la acusación.
«Como política, cada vez que se detecta un caso en el que está vinculado un emigrado cubano y obtenemos elementos de prueba, se les informa a las autoridades estadounidenses del caso. Previamente, nosotros habíamos detectado una operación en la que el sujeto fue organizador y se le envió a las autoridades estadounidenses toda la información sobre la actividad de la droga, sin que hayamos obtenido respuesta del accionar contra este sujeto», señaló el teniente coronel Alejandro Lugo Fuentes, jefe de Sección del Órgano Especializado de Enfrentamiento Antidrogas de la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI).
Durante el operativo se ocuparon 605 gramos de cannabinoides sintético, 656 470 pesos y producto de la actividad ilícita se decomisó una máquina selladora y sobres vacíos para enmascarar y comercializar la droga. También se sumaron tres motos eléctricas, 16 teléfonos celulares, dos pesas digitales, una pistola calibre 22 con siete proyectiles y varias prendas de oro.
Los resultados de este caso confirman la voluntad política del Gobierno cubano de sostener una tolerancia cero ante este flagelo, y de fortalecer continuamente el enfrentamiento.
El crecimiento de las nuevas sustancias sicoactivas, como las drogas sintéticas, invaden cada rincón del planeta. Incluso, en EE. UU. se registró el mayor número de fallecidos de su historia por sobredosis de este tipo de sustancias. «Entre abril de 2020 y el mismo mes de 2021 se reportaron más de 100 000 muertes, la mayoría por la determinada pandemia de los opiáceos», precisó el coronel Héctor González Hernández, segundo jefe del Órgano especializado de Enfrentamiento Antidrogas del DTI.