Santiago Feliú sigue siendo un hombre en movimiento, no se detiene ni por un segundo. Su rebeldía vive en las canciones y en los poemas que desde Artehabana se le han dedicado este 12 de febrero, a ocho años de su desaparición física.
Su disidencia sigue vibrando en el ser que siempre fue: definido y tajante.
El Ministro de Cultura, Alpidio Alonso, participó junto al público que fue a rendirle homenaje a Santi: «¡que privilegio, en un país tan chiquito con una tradición poética tan grande!». Tomó el micrófono para leer algunos de sus poemas y algunas décimas de Martí, de Lezama…
Varios fueron los trovadores que se presentaron para dejar un pedazo de canción en honor a la trova de Santi y a su modo de vivir por ella: Ariel Díaz, Pedro Beritán, Eric Méndez, Juan Carlos Pérez, Fidel Díaz, el chileno Tato Ayress y el joven creador Mario Sergio Mora.
Fidel Díaz, quien organizó esta actividad, expuso a Granma que Santi está presente porque es parte de esa trova raigal que debería ser siempre parte del modo de vida del cubano: «es importantísimo ser trovadores y alimentarnos de la trova. La cultura cubana tiene tantos trovadores raigales que le pueden aportar tanto a la espiritualidad. Con las canciones se aprende a vivir, se aprende a sentir, se aprende a ser como Santiago que siempre cantó lo que pensó».
Además, se contaron muchas anécdotas de Santiago Feliú por testigos presenciales, con los que pudimos sentir, muchos de los que no conocimos a Santiago presencialmente, que sus pasos permanecían en la poesía que se teje en cada lugar de su Habana y que de su voz sigue floreciendo la canción.