Entre las imágenes de miles de personas que desde el lunes intentan llegar a Ceuta, España, a través del agua, una ha impactado de manera especial. La de un submarinista de la Guardia Civil sosteniendo a un bebé de corta edad, al que salvó de morir ahogado y que está fuera de peligro. La escena se ha convertido ya en una de las instantáneas de la crisis diplomática.