La Organización de Naciones Unidas (ONU) registró este miércoles tres fallecidos y 84 000 afectados en Tonga, lo cual representa el 80 % de la población, tras la erupción del volcán Hunga-Tonga, que provocó un tsunami el pasado 15 de enero, publica la multiestatal Telesur.
Como consecuencia de las fuertes perturbaciones del mar provocadas por el tsunami, señala la información, se averió el cable submarino que genera las conexiones telefónicas e Internet a unos 35 kilómetros de la isla, por lo cual el país polinesio estará incomunicado al menos cuatro semanas más.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, indicó que continúan personas desaparecidas en la nación, al mismo tiempo que recalcó la necesidad de apoyar la nación afectada con suministros de agua potable, alimentos sanos y suficientes.
«Un desastre sin precedentes golpeó a Tonga. Todas las casas en la isla de Mango, donde viven 36 personas, fueron destruidas; solo quedan dos casas en la isla de Fonoifua y se reportaron grandes daños en la isla de Nomuka, hogar de 239 persona», precisó el primer ministro de Tonga, Siaosi Sovaleni.
Por otro lado, el organismo multilateral alertó que se dificulta la asistencia humanitaria en las regiones afectadas de Tonga por el tsunami, principalmente por desafíos logísticos y las medidas de bioseguridad decretadas en la isla, que obstaculizan el envío del personal.
Cabe destacar que la ONU dispone de 23 funcionarios en Tonga, de ellos 22 son nativos de la región y solo uno es extranjero, todos actualmente movilizados en las principales misiones de rescate y saneamiento en la nación polinesia tras las nefastas consecuencias del volcán y el tsunami.