Un pequeño avión bimotor y una avioneta chocaron el pasado miércoles en el aire cerca de la ciudad de Denver, dejando un aparato casi partido por la mitad y obligando al piloto del otro a desplegar un paracaídas. Sorprendentemente, ambos lograron aterrizar y nadie resultó herido. La NTSB empezó a investigar el incidente.