En sus 33 años de fundado, al Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) lo respaldan más de tres décadas de trabajo basado en la educación integral de la sexualidad, la salud sexual y el reconocimiento y la lucha por la garantía de los derechos sexuales para todas las personas sin distinción de ningún tipo, materializado hoy, entre otros logros, en el avanzado Código de las Familias, que será sometido próximamente a consulta popular.
En acto efectuado este martes para conmemorar el nuevo aniversario de la institución –presidido por la miembro del Buró Político del Partido y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle Boué; el ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda; y otros directivos, invitados y miembros del Consejo de Dirección del Cenesex–, la doctora en Ciencias Mariela Castro Espín, directora de esa entidad, celebró, junto a los presentes, «la biografía de una institución que ha sido fruto del trabajo colectivo, de los aprendizajes acumulados y socializados en la producción científica, que se crece ante los nuevos desafíos y oportunidades del compromiso histórico de diseñar el país que deseamos y, además, hacerlo realidad».
El Cenesex –significó la directiva–, en estrecho vínculo con otras instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil, ha impactado en algunas de las transformaciones culturales, que caracterizan hoy a la sociedad cubana, y cuyos resultados más notables se aprecian en importantes indicadores sobre la infancia, la juventud y las admirables señales de emancipación y empoderamiento de las mujeres.
Ponderó que la educación integral de la sexualidad ha sido parte de los esfuerzos revolucionarios por subvertir el orden capitalista, neoliberal y patriarcal establecido, para dar paso a un proyecto nuevo de sociedad basado en la solidaridad entre las personas, la justicia, la igualdad y la equidad social.
«Por eso la estrategia educacional y comunicacional, que de manera permanente desarrolla el Cenesex, hasta sus modestas contribuciones al fortalecimiento de la experiencia socialista cubana, mediante el diálogo científico y político, la formación de recursos humanos, el trabajo comunitario, la investigación científica y la comunicación social», destacó.
Durante el acto, y por mediación del Decreto-Ley No. 30 de 2020 del Consejo de Estado, les fueron entregadas a Mariela Castro Espín y a la también doctora en Ciencias Ada Caridad Alfonso Rodríguez, la Orden Carlos J. Finlay, por haber contribuido de forma excepcional, desde la investigación y la docencia, al progreso de las ciencias y en beneficio de la humanidad, especialmente a la salud y bienestar del pueblo cubano desde una perspectiva de género.
