Con una cotidianidad cada vez más determinada por la escasez de alimentos, interrupciones del servicio eléctrico, dificultades en el suministro de agua potable y la emigración de los jóvenes, la vulnerabilidad de la mayoría de los cubanos empeora día a día.
Actualmente un 88 % de los cubanos vive en pobreza extrema, un 13 % más que en 2022, según concluyó el VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, presentado recientemente en Miami por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
La investigación considera que un hogar de tres miembros está en pobreza extrema si sus ingresos totales son de 1.90 dólares diarios. El 48 % de los entrevistados reconoció que ha dejado de comer por falta de dinero o recursos para conseguir alimentos.
En 2023 ha crecido el impacto de la crisis alimentaria y la inflación en la mayoría de los hogares cubanos, lo que ratifica «el estado de gravedad de los derechos sociales en la isla», de acuerdo con el OCDH. El país sigue acumulando crisis estructurales, sin que exista «la voluntad política de las autoridades para hacer los cambios que necesita».
Según las encuestas «a pie de calle», «estamos ante un país cada vez más empobrecido, no solamente por lo que encontramos cuando analizamos los ingresos del hogar, sino cuando miramos que una gran cantidad de cubanos ha tenido que dejar de realizar alguna comida diaria, o que un número importante de cubanos no encuentra medicamentos o los toma vencidos», reveló Yaxys Cires, director de Estrategias del OCDH, a elTOQUE.
Aunque el Gobierno continúa sin reconocer la pobreza como un problema social en la sociedad cubana actual, el estudio de OCDH demuestra que es cada vez mayor la preocupación de los cubanos por la crisis alimentaria (70 %). Le siguen los salarios (50 %), la inflación (34 %) y la sanidad pública (22 %) como causantes de los mayores dolores de cabeza de los cubanos.
No en vano un 86 % de los cubanos encuestados critica la gestión económica y social de los dirigentes, y un 68 % la valora como «muy negativa». Casi nueve de cada diez hogares ingresan apenas «lo suficiente para sobrevivir» y un 65 % de ellos reconoce que tiene problemas «incluso para comprar lo más esencial para sobrevivir».
¿Qué más dice el VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba?
La investigación sobre derechos sociales, conocidos como de segunda generación o adquiridos, se hizo entre julio y agosto de 2023 con poco más de 1 300 personas en 75 municipios de todas las provincias cubanas.
El estudio de OCDH mostró que la gestión del Gobierno no es aprobada en absoluto por ningún grupo racial. Los más críticos son los de raza negra, con un 73 % que la valora como «muy negativa»; así como el 71 % de mulatos y mestizos, y el 65 % de blancos.
Más del 80 % de los cubanos cree que la inversión pública en educación, vivienda, agricultura y alimentación, y salud pública y hospitales es insuficiente.
Otro punto preocupante es que el 15 % de la población ha tomado medicinas vencidas y un 32 % de quienes necesitan medicamentos no pudieron conseguirlos, por sus altos precios (12 %) o debido a la escasez (20 %).
Únicamente el 6 % de quienes consiguieron fármacos los adquirió en las farmacias del sistema de salud cubano. El resto lo hizo a través de iglesias u organizaciones caritativas, el envío de familiares en el exterior o por otras vías.
Al mismo tiempo, el 15 % de las viviendas se encuentra en peligro de derrumbe, situación que en el caso de