La Comisión Interamericana de Derechos Humanos llevó a cabo una audiencia virtual por la denuncia contra el Estado cubano por su presunta responsabilidad en la muerte de los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero en el 2012.
En la audiencia, testificó la viuda de Payá, Ofelia Acevedo; su hija Rosa
María y el político español Ángel Carromero, además de las abogadas que los representan ante la CIDH.
En su testimonio, Rosa María Payá opinó que un reconocimiento y condena por parte de la CIDH de la responsabilidad del Estado cubano en el accidente automovilístico en el que perdieron la vida su padre y Cepero sería “muy importante” para las familias, pero también para las personas que están siendo víctimas actualmente de la represión en Cuba.
“Es fundamental que exista reconocimiento de esa verdad. Es fundamental que tanto la Comisión, como la comunidad internacional, condenen el atentado que terminó con la vida de mi papá y de Harold, porque el régimen no ha parado. Ahora estamos hablando y hay 800 presos politicos”, señaló la activista, coordinadora de la plataforma cívica Cuba Decide.
Añadió que “ya es hora de que los criminales que están en el poder en Cuba tengan alguna consecuencia por sus actos”.
En la audiencia se presentaron los alegatos finales de una de las partes, porque el gobierno cubano no participó.
Las familias de los dos fallecidos están representadas ante la
CIDH por abogados del Centro Robert Kennedy por los Derechos Humanos, quienes dijeron que el régimen cubano “es responsable por la violación de los derechos a la vida, la libertad, la integridad y la seguridad personal de Payá y Cepero, no solamente por haber, directamente, acabado con su vida, sino también por las hostigamientos y la persecución previa a las que los sometieron”.
“Estos hechos configuran una violación también a los derechos a la libertad de opinión, expresión y difusión, así como al derecho de reunión y de asociación. Las agresiones perpetradas por el gobierno cubano fueron cometidas con el fin de callar, intimidar y comprometer la labor de Oswaldo Payá y Harold Cepero por la democracia y los derechos humanos en Cuba”, dijo la abogada Angelita Baeyens.
Los familiares y sus abogadas pidieron a la Comisión que adopte el informe de fondo sobre el presente caso a la mayor brevedad posible y, de esta manera, contribuya a restaurar la verdad y brinde la justicia que el régimen cubano continúa negándole a las familias de los opositores fallecidos.
El 22 de julio de 2012, Carromero manejaba un automóvil, con Payá, Cepero y un político sueco, Jens Aron Modig, como pasajeros, que se salió de la carretera por donde circulaba en Cuba y chocó contra un árbol, según la versión oficial de los hechos, con la que discrepan las familias de los fallecidos y uno de los sobrevivientes.
Carromero fue acusado de conducción temeraria con resultado de muerte y condenado a 4 años de prisión en Cuba, aunque la mayor parte de su pena la cumplió en España, tras a un acuerdo entre Gobiernos.
En la audiencia de la CIDH, Carromero aseguró que el juicio al que fue sometido en la isla fue “una farsa” para tapar la responsabilidad del régimen.
El español declaró que durante todo el viaje estuvieron vigilados por vehículos de la “Seguridad del Estado” que los siguieron, y que uno de ellos los sacó de la carretera con un golpe, que ocasionó el choque.
Manifestó que despertó golpeado en la cabeza y rodeado de militares, e incomunicado en un hospital, y que después le hicieron leer una confesión en la que se declaraba culpable del accidente.