Cuando supo que en la Dirección Municipal de Trabajo estaban ofertando plazas, ella no lo pensó dos veces. Necesitaba tener ingresos propios y esta era la oportunidad. Sopesó las opciones y, finalmente, se decantó por la más ventajosa, dadas la cercanía a su casa y la flexibilidad del horario.
En una provincia vecina, su cuñada escuchó que podía arrendar una lavadora, incluso le garantizaban el detergente y, lo que empezó como un tanteo de posibilidades, la ha ayudado a mejorar su vivienda. Aunque parezcan historias inconexas, son ejemplos de cómo va marchando la implementación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM).
Anierka Fernández del Monte, miembro del Secretariado Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que atiende la esfera de Promoción de la Mujer y Atención a las Familias, reconoce los avances que en poco tiempo ha tenido este programa.
«Hemos visto que ha avanzado el funcionamiento del Grupo nacional, pero también están constituidos los grupos provinciales. Estamos viendo cómo hemos ido logrando la incorporación al empleo.
«En esta etapa de la Tarea Ordenamiento, de las personas que fueron solicitando empleo (a las direcciones municipales de Trabajo),
49 000 fueron mujeres, lo que representa el 35 %. Tenemos que seguir trabajando, pero ya existe un resultado por las iniciativas locales que han surgido para atender este tema».
Un análisis global de la situación de las mujeres en la esfera social y laboral incluye el hogar y la familia. Para aliviar la carga de trabajo doméstico sobre ellas surge –de conjunto con el Ministerio del Comercio Interior– espu más, un proyecto de lavatín comunitario presente en las 15 provincias del país, en el que ya participan 93 federadas.
Gracias al proyecto, «mujeres que están en sus casas, que no pueden trabajar porque tienen un familiar a su cuidado, o niños pequeños, y la vida les ha impedido salir a laborar, han logrado tener su propio negocio. Estas compañeras integran el 34 % de las trabajadoras por cuenta propia que tenemos actualmente. Así logramos autonomía propia y permitimos una prestación de servicio para la comunidad».
Otro paso en esta dirección es la creación de las casitas infantiles (16 hasta el momento, con 454 niños). «Ya tenemos la política para seguir incrementándolas, pero
tenemos que enamorar a los directivos para que vean la utilidad que tienen».
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Además del trabajo directo en las comunidades, el Programa para el Adelanto de las Mujeres también está enfrascado en la capacitación a fin de crear los Comités de Género en los ministerios e instituciones.
«Esos Comités nos darían la posibilidad de ir trabajando la estrategia de género, es decir, trabajar sobre las brechas de desigualdad que existen», explica Fernández del Monte.
Pese a los muchos progresos de Cuba en el empoderamiento de las mujeres, todas no han avanzado en las mismas condiciones: «Tenemos mujeres que nos quedan en edad laboral sin poder trabajar porque les falta nivel escolar.
«Tenemos que seguir trabajando en la estrategia integral para lograr la prevención de la violencia de género y la violencia intrafamiliar, pero se tiene que conocer qué hacer en cada caso. Se trata de una estrategia intersectorial, la fmc coordina, pero cada organismo tiene una responsabilidad.
«Hay otro asunto: más de un millón de cubanas están en los hogares con una profesión, con un nivel cultural alto y no pueden salir a trabajar por los temas asociados al cuidado de otras personas. La meta es llegar a tener una red de cuidado».
Es un reto abordar todos estos temas en las instituciones y en la comunidad, allí donde está la base de la organización que agrupa a las cubanas; pero ya está trazada en la agenda del Estado la hoja de ruta que conduce a las mujeres, y a la población en sentido general, hacia una vida sin discriminación, con inclusión, equidad y respeto.
ANTECEDENTES DEL PROGRAMA NACIONAL PARA EL ADELANTO DE LAS MUJERES (PAM)
1995: Se celebró en China la iv Conferencia de la onu sobre la Mujer. Fue aprobada la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
1996: Cuba realizó el seminario nacional Las cubanas, de Beijing al 2000. Fue aprobado el Plan de Acción Nacional de la República de Cuba de seguimiento a la iv Conferencia de la onu sobre la Mujer.
MISIONES DEL PAM
A corto plazo: brindar mayor y mejor atención a las mujeres trabajadoras en el sector estatal y no estatal, a las que no poseen vínculo laboral, a las campesinas y a las jóvenes de manera diferenciada, de acuerdo con sus necesidades y preocupaciones.
A mediano plazo: lograr mayor presencia de las mujeres en los sectores priorizados de la economía nacional, incrementar la presencia femenina en organismos del Estado y del Gobierno en responsabilidades de dirección y en el Poder Popular, y contar con estrategias de género en todos los organismos de la Administración Central del Estado.
A largo plazo: alcanzar mayor avance de las mujeres y la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades refrendados en la Constitución; desarrollar una cultura de igualdad y de respeto a la diversidad en las propias mujeres y en la población en general.
ÁREAS DE ESPECIAL ATENCIÓN DEL PAM
- Empoderamiento económico de las mujeres.
- Medios de comunicación.
- Educación, prevención y trabajo social.
- Acceso a la toma de decisiones.
- Legislación y Derecho.
- Salud sexual y reproductiva.
- Estadísticas e investigaciones.
OÍDOS ATENTOS ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Como un virus letal, la discriminación y la violencia por razones de género se expanden por el mundo con sus distintas manifestaciones: económicas, físicas, sicológicas, sexuales… Cuba no escapa a ese fenómeno, a pesar de todo cuanto se trabaja en el plano jurídico, educativo y social por erradicarlo definitivamente.
Hace pocos días sonaron las alarmas: varias mujeres cuentan sus historias de vida, cuando fueron ultrajadas sexualmente, y aunque han pasado los años, las cicatrices continúan abiertas. Son historias muy dolorosas. Ellas muestran la cara peluda del machismo y lo confirman. Corresponde a ellas y a la justicia cubana encausar el proceso legal con las pruebas suficientes hasta encontrar la verdad de tan lamentable suceso.
Para estos casos en Cuba no existe ni existirá tolerancia. Los diversos instrumentos jurídicos vigentes en el país permiten enfrentar la violencia de género y otras conductas asociadas a esta.
La expresión jurídica más palpable, que resume el sentir y la voluntad política del Estado cubano para enfrentar la violencia contra las mujeres en toda su amplitud, se encuentra en el texto de la Constitución de la República. De igual forma, en el Decreto Presidencial 198 que contiene el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, y recientemente ha sido publicado el Acuerdo 9231, del Consejo de Ministros, Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, con carácter vinculante, el cual tiene como objetivo garantizar la respuesta integral e integrada para la prevención y atención efectiva a la violencia basada en género, que incorpora la actualización de protocolos de actuación de los organismos e instituciones implicados en la Estrategia.
La Federación de Mujeres Cubanas y su red de casas de orientación a la mujer y la familia condenan todo tipo de violencia, y, ante estas manifestaciones delictivas, brinda a las víctimas apoyo, acompañamiento y orientación. La FMC no juzga ni sanciona: educa y trabaja por una sociedad más justa.
Diversas son las personas que, desde instituciones y la sociedad civil, se han pronunciado en contra de sucesos como estos, lo cual demuestra que en nuestra sociedad crece la conciencia en contra de esos hechos. Mientras los órganos correspondientes cumplen su función para esclarecer este y otros hechos, la Federación de Mujeres Cubanas mantiene sus puertas abiertas a todas aquellas personas que, siendo víctimas de la violencia de género, necesitan ser escuchadas y acompañadas en ese proceso.