«La estrategia del llamado 15N fracasó. El pueblo cubano no se lanzó a las calles a apoyar la anunciada marcha pacífica ni se escucharon cacerolazos; ni siquiera la gente se tomó el trabajo de vestirse de blanco, como solicitaba una convocatoria de aquellos días. Fracasó el principal gestor, el gobierno de Estados Unidos, que en los meses precedentes no se cansó de promover la anhelada manifestación ni de lanzar amenazas contra las autoridades de la Isla si osaban reprimir el estallido con que soñaban. Fracasó el núcleo fascista de Miami con su carga de odio. Fracasaron los “líderes” a nivel local, que cuentan con miles de seguidores en Facebook pero muy pocos en la vida real. Y fracasaron los grandes medios y los minúsculos, más ocupados en provocar las noticias que en reportarlas».
Así comienza una declaración emitida ayer por Casa de las Américas, que recuerda cómo, por aquellos días, «un conjunto de notables intelectuales y políticos latinoamericanos, caribeños y de otras regiones del mundo respaldaron sin titubeos a Cuba y a su pueblo frente a las nuevas agresiones», y que semanas después viejos enemigos de la Revolución, y «nuevos renegados», para responder al fracaso lo hacen firmando una carta abierta en la que se evidencia un escaso, «cuando no nulo», conocimiento de la realidad cubana.
El documento destaca la vergüenza ajena que puede llegar a sentirse al percibir cómo algunas figuras respetables se unen a «personajes impresentables» para avalar un texto en que se manipula la verdad y en el que, reescribiendo burdamente la historia, prevalecen acusaciones y fórmulas manidas, sin el menor pudor para emplear dichas expresiones.
«Antes, hasta el más acérrimo adversario mencionaba el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, aunque fuera para dar cierta legitimidad a sus argumentos. Ahora ni siquiera eso», dice, y alega que quienes firman no deberían sorprenderse «del escaso eco que sus palabras y propósitos alcanzan entre aquellos a quienes dicen defender».
La declaración recuerda que desde que Cuba fuera alfabetizada, hace ya 60 años, «miles han sido las realizaciones de los escritores y artistas cubanos, que no surgieron de la nada, sino de un apoyo decidido y de una voluntad expresa de formarlos y sostenerlos aun en las más difíciles circunstancias», lo cual es «una aplastante realidad que ninguna calumnia puede ensombrecer».
La nota también apunta hacia la realidad cubana frente a la pandemia, cuando con vacunas propias, y el desempeño de sus profesionales, la Isla ha logrado frenar el avance de la enfermedad y apoyar a otros países. Nada de esto lo han podido impedir el brutal bloqueo ni los planes de
desestabilización, explica, y asegura que tampoco consiguieron imposibilitar el comienzo de las clases, la apertura de las fronteras y las celebraciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y de la Bienal de La Habana.
«En vísperas del Día de los Derechos Humanos, Cuba sigue siendo un ejemplo de “creación heroica”, herejía y emancipación frente al imperio, frente al dogma neoliberal y el nuevo fascismo», expresa hacia sus líneas finales el escrito, y subraya que «la patria de Martí y Fidel, junto a sus artistas, junto a su pueblo» y junto a sus amigos de Nuestra América «derrotará una y otra vez la permanente embestida de sus enemigos».