Bárbara Farrat Guillén, madre de Jonathan Torres Farrat de 17 años de edad, preso en la Cárcel de Menores de Occidente, en Manto Negro, desde el día 3 de agosto, por su participación en las protestas populares del 11 de julio, advirtió en una entrevista con Radio Televisión Martí, que de no recibir una respuesta el viernes 10 de diciembre, durante la visita que tendrá en el penal con su hijo, se plantará en huelga de hambre y de sed, en un ultimátum a las autoridades para que atiendan su reclamo.
La mujer que reside en la Calzada de 10 de Octubre, en La Habana, ya ha realizado dos ayunos demandando la inmediata liberación de su hijo, a quien acusan de los supuestos delitos de desórdenes públicos y atentado. Aún no se conoce una petición fiscal para este adolescente, aquejado de varios problemas de salud en la prisión.
“Bueno como no me han dado respuesta, ni el gobierno, ni nadie, sobre los ayunos que yo he hecho y lo único que logré fue la vista de un oficial de la Seguridad del Estado el mismo día 2 de diciembre, cuando hice mi segundo ayuno, donde yo le expliqué al agente que yo no llegaría al tercer ayuno, que yo necesita una respuesta de este gobierno, que mi tercer ayuno sería una huelga de hambre y sed, que dejaría de ingerir alimentos. Y precisamente, como pasa el tiempo y no me han dado respuesta alguna y al gobierno le da exactamente igual tener a un menor detenido, yo he decidido que el día 10 voy a asistir a la visita de mi hijo, donde se lo voy a decir, que no sé qué tiempo voy a aguantar, y como no sé qué tiempo tendré que esperar para recibir una respuesta, por tanto el día 11 de diciembre me pongo en huelga de hambre”, explicó la señora.
“Tengo la idea de hacer la protesta en una iglesia, aún no definida, es decir un lugar donde me puedan visitar para que todo el mundo tenga acceso a comprobar que estoy en huelga total y evitar que existan cuestionamientos, como intentaron hacer las autoridades cuando la huelga de los muchachos de San Isidro”, señaló Farrat Guillén.
Su desesperación se agrava al describir las malas condiciones existentes en el penal y el impacto que esto tiene en la salud del menor.
“Psicológicamente está deprimido. Nunca ha tenido problema con la justicia, desde que está en prisión ya por más de tres meses, casi todo el tiempo ha estado enfermo”, explicó.
“El desespero de madre es lo que me tiene así, él es asmático y el viernes cuando me llamó estaba con una crisis de asma, sin medicamentos. También allí, en Manto Negro, el agua esta intoxicada. Ese niño ha bajado mucho de peso porque el agua en la prisión no se puede ni tomar, en resumen, aquí a un perro lo tratan mejor que a un ser humano”, concluyó.
Recientemente el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, (Unicef), expresó preocupación por la detención de varios menores de edad en Cuba tras las protestas del 11 de julio, e instó a las autoridades a proporcionar información verificada al respecto.
Desde el 11 de julio han trascendido numerosas denuncias de menores detenidos, golpeados y apresados por participar en las protestas antigubernamentales en todo el país.
Los casos más significativos han sido los de Gabriela Zequeira Hernández, de 17 años, condenada por “desorden público” y en régimen de reclusión domiciliaria; Christopher Lleonard Santana, 14 años, detenido durante las protestas del 11 de julio en La Habana; Jonathan Torres Farrat, 17 años, y en prisión preventiva en el penal de menores Jóvenes del Occidente por su participación en las protestas; y Reniel Rodríguez González, el adolescente de 15 años que acudió a la convocatoria de la Plataforma Archipiélago y salió a las calles de Cárdenas, Matanzas, el 15 de noviembre, quien fue internado por unos días en la Escuela de Formación Integral (EFI), un centro del Ministerio del Interior para menores.