Aunque el propio portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, había advertido un día antes que «no se deben esperar avances en esta conversación», a la que calificó de «trabajo, en un periodo muy difícil», los 120 minutos de diálogo virtual, de este martes, entre los mandatarios de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Joe Biden, han mantenido al mundo a la expectativa, por cuanto la situación en torno a varios temas del acontecer mundial pende de las buenas intenciones –y decisiones– de los dignatarios de estas dos potencias.
La agenda abordada, según Sputnik, contempló la estabilidad estratégica, los ataques cibernéticos y la situación respecto a Irán, entre otros temas.
De acuerdo con la información aparecida en un comunicado de la Casa Blanca, el Presidente estadounidense reiteró, a su par ruso, el apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, al tiempo que llamó a bajar las tensiones y volver a la diplomacia. Asimismo, ambos mandatarios designarán equipos de trabajo para que sigan de cerca los asuntos referidos a esa nación europea.
Vale recordar que a Washington «le preocupa» que Moscú envíe militares y medios a la frontera rusa con Ucrania, siempre en territorio ruso, y no dice absolutamente nada de la gran concentración de fuerzas y medios de guerra en territorio ucraniano por parte de la otan, en franco desafío a Rusia, algo muy difícil de aceptar por el Kremlin.
En cuanto al tema de Irán, también hay que tener presente que quien se retiró del Acuerdo Nuclear Iraní fue el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en pleno desafío a la comunidad internacional, a la onu y a los países firmantes del citado convenio, considerado como el mayor aporte a la paz en las últimas décadas.
Rusia firmó y cumple con el documento, como también lo hacen otras potencias que formaron parte de las negociaciones para tal objetivo.
Pero la prepotencia estadounidense no solo tiró a la basura el Acuerdo, sino que el nuevo mandatario –aunque lo prometió– no ha hecho nada para revertir la situación creada y acabar con las sanciones contra la República Islámica.
La cumbre virtual de ayer martes entre Putin y Biden constituye un elemento importante para que el mundo tenga más confianza en el presente y en el futuro, siempre y cuando no se usen las armas ni las sanciones económicas y comerciales que van en detrimento de la confianza mutua y la estabilidad mundial.