Las provocaciones que se intentan concretar para los próximos días, específicamente la marcha del 15 de noviembre, tienen muy poco de auténtico y mucho de orientaciones, talleres y preparación de sus cabecillas; y resulta que en todas estas acciones se repiten los nombres de las académicas y politólogas Rut Diamint y Laura Tedesco.
El Noticiero Nacional de la Televisión Cubana denunció, este martes, la actuación de estas dos mujeres, quienes, desde el año 2016 hasta 2020, han organizado seis eventos dedicados a la transformación política en Cuba y al papel de las Fuerzas Armadas.
El primero de estos eventos –en los que mayormente han participado cubanos– se efectuó en Miami, en 2016, y la idea central era debatir los procesos de transición a la supuesta democracia y las reformas en el rol de las Fuerzas Armadas de América Latina.
Durante otro taller, desarrollado allí, en noviembre del mismo año, incluyeron considerar otros elementos como provocadores de cambios, las posibilidades reales que existen para incentivar los cambios desde fuera del Gobierno, o si se puede actuar de alguna manera sobre el complejo económico-militar.
Las académicas organizaron en República Dominicana otro certamen que buscaba el debate abierto y sin condicionamientos, al plantear una hoja de ruta para explorar escenarios de cambio en Cuba.
Esa denominada hoja de ruta, la presentan en cada evento para exponer métodos, pasos para actuar de acuerdo con los propósitos que persiguen sus alumnos, en este caso, derrotar el sistema político cubano. Ahí explican los roles de cada agente de cambio, e incluso, las posibles reacciones de los oponentes. Además, este documento debe considerarse como un primer borrador para entablar negociaciones con el Gobierno de Cuba.
De acuerdo con la denuncia, entre los alumnos de esos talleres resaltan Yunior García Aguilera y Manuel Cuesta Morúa. Mientras, para mayores evidencias, existen imágenes de ambas académicas en una cafetería en La Habana conversando con Cuesta Morúa, conocido ya por sus vínculos con terroristas radicados en EE. UU. y uno de los que más ha convocado a las supuestas marchas pacíficas.