Sancti Spíritus, 19 oct (ACN) Aunque en la provincia de Sancti Spíritus los contagios por la COVID-19 manifiestan una tendencia paulatina a la disminución, autoridades del territorio insisten en la prohibición de acceso al balneario del sur espirituano, uno de los más visitados cada año en Cuba, debido a la tensa situación que aún persiste.
Con una tasa de incidencia que ronda los mil 222 diagnosticados por cada 100 mil habitantes y cifras diarias de confirmados que siguen ubicándose entre las más altas del país, esta región central continúa con un difícil panorama epidemiológico en todos sus municipios, de ahí, la alerta reiterada por el Grupo Temporal de Trabajo provincial para el enfrentamiento y control de la pandemia.
De acuerdo con una publicación de la página web del periódico Escambray, pese al llamado a evitar las visitas a ríos y playas del litoral sur de Trinidad, sitios singulares que anualmente atraen a miles de turistas nacionales y extranjeros por sus bellezas e infraestructura, la advertencia es desatendida por algunas personas que en las últimas semanas acuden, sobre todo, a las playas La Boca, Ancón y María Aguilar.
Refiere el medio de prensa que los viajes a estos lugares, los cuales se producen esencialmente los sábados y domingos, resultan una violación de las medidas establecidas, pero también comprometen la salud de la población en una de las localidades que, pese a cierta mejoría, hasta hace muy pocos días clasificaba entre las de peor situación sanitaria en Sancti Spíritus.
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En declaraciones a Escambray digital, el mayor Yéster Reyes Marrero, especialista de la Jefatura Provincial de la Policía Nacional Revolucionaria, aclaró que las disposiciones emitidas para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2 prohíben el acceso a playas, ríos, áreas recreativas y en virtud de esta restricción, fuerzas del orden, el cuerpo de supervisión y las autoridades locales reforzarán el control a estos espacios.
Durante operativos realizados en el balneario trinitario, las propias fuerzas del Ministerio del Interior han impuesto multas al amparo del Decreto No.31 por un valor de hasta mil pesos, pese a las muchas llamadas de alerta para cortar la dispersión del virus y al evento de transmisión que permaneció abierto hasta este lunes en Casilda, comunidad costera trinitaria.
Mientras, Juan Rodríguez Arteaga, intendente de la llamada ciudad museo del Caribe, refirió al sitio digital que desde hace varios días se extendieron en esa demarcación los horarios de los centros que prestan servicios a la población, así como la movilidad de las personas y los medios de transporte hasta las seis de la tarde, acciones que no deben conllevar a indisciplinas.