Cuba no trabaja ni ha de trabajar para complacer a calumniadores o librarse de ellos, que no se detienen ante nada. La meta de este país es y debe continuar siendo el bienestar de su pueblo, y auxiliar a otros, incluso con sus vacunas. En medio de la pandemia confirma cuánto se puede hacer cuando se aúnan tenacidad, ética, vocación de trabajo, inteligencia y conocimientos.