Cuando apenas tenía un año de edad, Dexter fue atropellado por un coche. La rueda del vehículo le aplastó las patas delanteras. Ahora, tras meses de terapia y mucha paciencia, el animal pasea junto a su dueña Kenteen Larson por las calles de Colorado como una persona más, apoyado sobre sus dos patas traseras y sacando una sonrisa de los vecinos de la zona.