Cienfuegos, 13 oct (ACN) Un fuerte impulso dan los trabajadores azucareros de la provincia de Cienfuegos al alistamiento de los centrales, con el mantenimiento oportuno a los “viejos hierros” para la próxima zafra 2021-2022, considerada la más corta de los últimos tiempos.
Ni siquiera hoy, Día del Trabajador Azucarero, los hombres y mujeres de ese sector detienen las reparaciones, a fin de concluir a tiempo y dar el listo a la industria para la arrancada en el mes de diciembre.
Con las nuevas cinco empresas agroindustriales azucareras (EAA) creadas en el territorio, ese sector unificó bajo un solo mando las labores de la industria con la producción cañera, en una estructura que compromete a todas las áreas en un único objetivo: hacer azúcar.
O como expresó a la Agencia Cubana de Noticias el ingeniero Amaury Rodríguez Depestre, director de la EAA 14 de Julio: “se trata de no permitir que se apague la torre del central”.
En los últimos recorridos por las tres industrias que molerán en la próxima contienda en Cienfuegos se pudo constatar el esfuerzo de los obreros del sector para con los pocos recursos disponibles acelerar las reparaciones.
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Elier Duran, jefe de mantenimiento del “14 de Julio”, del municipio de Rodas, destacó que allí fortalecen las tuberías de evaporación de los tachos, rehabilitan las paredes de las calderas, remozan los molinos, y al basculador ya le instalan la cuchilla número dos.
El cronograma de reparación ahora marcha bien, en fecha, debido a las innovaciones y soluciones de esos hombres de overoles en cada puesto, donde a diario laboran Yoemil Sánchez Pérez, mecánico de molino, Ángel Carrasco la Rosa, mecánico de taller, o Elba Avilés Mendoza, responsabilizada con el área de generación de vapor
Igual ocurre en el central Antonio Sánchez, del municipio Aguada de Pasajeros, donde sus trabajadores enfrentan el blindaje de las masas de los molinos con la creatividad propia, sin recurrir a otras provincias para la reparación de esas moles y evitar mayores gastos.
Asimismo, no detienen las faenas en el “Ciudad Caracas”, de Santa Isabel de las Lajas, donde Manuel Martínez Quintana, operador de máquinas herramientas y con 38 años en ese ingenio, aseguró que laboran “con todo” para salir adelante.
Ratificó que estaba enfrascado en alistar el horno, “imprescindible para producir las piezas que no podemos adquirir, y así no se detenga la reparación”.dijo.