El asesinato este viernes de una policía de una puñalada en el cuello asestada por un hombre tunecino llevó a Francia a revivir el trauma del terrorismo islamista. La muerte de la agente, de 49 años y destinada a tareas de administración en la comisaría de Rambouillet, conmocionó a un país habituado a los atentados islamistas.