La primera intervención poblacional en Cuba con el producto natural Curmeric, de probada acción antibacteriana, comenzó a administrarse a pacientes sospechosos y contactos de casos positivos a la COVID-19 en las cinco áreas de Salud de la ciudad de Ciego de Ávila.
Previa autorización del Comité de Innovación del Ministerio de Salud Pública, se extenderá gradualmente a Florencia, Chambas y Ciro Redondo con el objetivo de medir su eficacia, según dio a conocer Tania Valdés González, jefa del Laboratorio de Teragnóstico y de los Proyectos Nacionales de Desarrollo de Productos de Curcuma longa.
La especialista significó que contiene extractos de Curcuma longa y usan alta tecnología para realizar determinaciones de sus propiedades benéficas, en tanto los estudios de laboratorio y clínicos han mostrado que es seguro y que tiene efectos antibacteriales, antinflamatorios y antivirales frente al Coronavirus bovino, del mismo subgénero del SARS-COV-2.
En los primeros meses de enfrentamiento al virus, más de 90 trabajadores, en áreas vulnerables del Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García, lo usaron y mostraron menos contagios que quienes no lo utilizaron.
Curmeric se usa por vía oral y nasal y, previamente, fue sometido a estudios clínicos observacionales, en los que participaron 800 personas de los municipios habaneros de Regla y Plaza de la Revolución; también se autorizó la venta del producto en las Farmacias de Productos Naturales y Homeopáticos de esas zonas.
Como parte de las investigaciones que lidera el equipo del Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García, de conjunto con el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (Ceaden), los suplementos de Curcuma longa disminuyen la glicemia, el colesterol y los triglicéridos en pacientes con diabetes y dislipidemias.