Durante septiembre ha circulado en Twitter, Facebook, WhatsApp y Telegram la imagen de una supuesta planilla que muestra lo que parece un modelo para realizar un “diagnóstico de la familia” en Cuba. No hay evidencia de que ese documento exista y se utilice en el país.
Según el documento, se solicita información personal, filiaciones políticas, ideológicas, religiosas, hábitos, posesiones, relaciones intrafamiliares y de la familia con algunos entes de la sociedad. También incluye interrogantes sobre el comportamiento en redes sociales y la participación en los acontecimientos del 11 de julio de 2021.
Los resultados de búsqueda de imágenes de Google y la información que ofrece Twitter, evidencian que la imagen fue publicada el 9 de septiembre en esa red social a las 12:13 p.m. por el usuario que se nombra SoyCubanoYqueBolá (@YqueBola), con la afirmación de que el documento estaba siendo entregado a los padres en las escuelas de Colón, en Matanzas.
Pocos minutos después la twiteó Shinobi (@Shinobi46722699), quien también dejó un comentario en la publicación de @YqueBola, donde declara que es en una escuela en Colón donde los maestros deben llenar el formulario a cada niño del aula.
El mismo 9 de septiembre, pasadas las 4:00 p.m. y a partir del tweet de @YqueBola, la imagen fue tuiteada por el usuario que se nombra EL Legionario (@CubaLegion01) y posteada por Saily González Velázquez en Facebook. A esta última, Gabriel Jarquin Velásquez (@jarquinvelasquez), residente en la capital, comentó que le preocupaba la veracidad de la foto. “Consulté a familiares y amigos sobre este tipo de encuestas y me aseguran que no saben nada de ese documento”, declaró.
En fechas siguientes, la misma imagen fue publicada por la usuaria que se denomina como Yolanda Martiana @yolyhabanera en Twitter, y en Facebook, por Dairys González Ravelo.
La imagen fue compartida y comentada en el transcurso de los días por diversos usuarios. En su mayoría, emitieron criterios de indignación e inconformidad con la emisión del documento. Otros llamaron al resto a negarse a acceder y brindar esta información cuando les fuera solicitada.
Sobre la autenticidad del documento
Los mensajes que acompañan las primeras publicaciones que hemos localizado — las de @YqueBola y @Shinobi46722699— en Twitter, coinciden en que el formulario es entregado para su completamiento en Colón, Matanzas. Pero, difieren con respecto a si debe ser llenado por los maestros o los padres, y si se aplica en una o varias escuelas del municipio.
En esa fecha circuló en el territorio una encuesta previo al inicio del curso escolar cuyas preguntas estaban asociadas al proceso docente y el visionaje de las teleclases por los estudiantes; pero ninguna pregunta estaba asociada a las protestas del 11 de julio; nos comenta una metodóloga de la dirección municipal de educación en Colón.
Otros usuarios que solicitaron la verificación del documento a través de nuestros canales de WhatsApp y Telegram, nos refirieron que sería empleada por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en los barrios del país.
A partir de la investigación realizada por el equipo de DeFacto y de la información contenida en el documento, no podemos demostrar que es falso, pero tampoco existe ninguna evidencia de que sea verdadero.
El origen de la planilla no puede identificarse pues carece de elementos indicativos de autenticidad como pudieran ser el nombre de la organización, organismo o entidad que la emite. Tampoco incluye ningún logotipo o identificador oficial de su procedencia. Ni se ha compartido con ningún contexto, fecha o fuente.
Por otra parte, los modelos oficiales incluyen un código que lo identifica, y que casi siempre está compuesto por letras, números y símbolos. Dicho código cifra las señas estándares de la tipología del modelo y para qué es empleado.
Contactamos a diversas fuentes en varias provincias del país, procedentes de los todos los niveles del sistema educativo y también a personas que ejercen como dirigentes y representantes del Poder Popular, los CDR, el Partido Comunista de Cuba (PCC) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en su nivel de base.
Nuestro equipo preguntó a profesores en activo en la enseñanza primaria, preuniversitaria y superior, en las provincias de Matanzas, Ciego de Ávila, Pinar del Río, Villa Clara y La Habana. También a un miembro del Consejo de Dirección de una escuela secundaria básica quien, además, milita en el PCC en dicho centro, en la capital provincial villaclareña. Y madres con hijos en edad escolar en La Habana, Matanzas y Ciego de Ávila.
Buscamos el criterio de un delegado de circunscripción en Matanzas, a presidentes de los CDR en los municipios Marianao y 10 de octubre, en la capital; una coordinadora zonal de los CDR; y una secretaria de una de las delegaciones de la FMC en el municipio Santa Clara, Villa Clara.
Todas las fuentes consultadas confirmaron que desconocen la procedencia y existencia de este modelo, que hasta este momento no han recibido orientaciones relacionadas con la aplicación de un cuestionario semejante y ninguna planilla de este tipo ha llegado a sus manos.
Del Ministerio de Educación y la Coordinación Nacional de los CDR no obtuvimos respuesta.
Ha resultado una práctica sistemática de las organizaciones políticas y de masas, a nivel de base, durante los distintos momentos de la historia del proceso revolucionario, la recopilación de información a través de formularios aplicados por sus activistas, para conocer características de las familias, conductas sociales de sus miembros, vínculos laborales, entre otros elementos.
Generalmente, estos diagnósticos no los ha desarrollado un solo organismo, sino que han contado con la participación de varias instituciones y organizaciones, las cuales han compartido un interés común sobre los resultados específicos de estos “estudios” socio-políticos.
Sin embargo, este documento no solo no refiere una o más entidades involucradas en su aplicación, sino que incluye una serie de aspectos muy diversos, que no guardan una relación lógica entre sí ni puede definirse, a partir de su heterogeneidad, cuál es la finalidad que persigue.
Un rasgo en común que hemos identificado en las publicaciones que promueven la imagen del documento, es que fueron realizadas por usuarios declarados como opositores al gobierno cubano desde sus cuentas en Twitter y Facebook.
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