La noticia sobre su fallecimiento no causó sorpresa pues se sabía que su salud declinaba afectada además por pérdidas familiares irreparables. Pero la muerte de Ramsey Clark es fuente de dolor y sufrimiento para muchos en muchas partes del mundo. Su trayectoria desde la década de los Sesenta del pasado siglo es de admirable integridad personal y de fidelidad a los principios que lo convierten en una de las personalidades más respetadas del movimiento progresista norteamericano.