El consenso sobre la necesidad de la cooperación y de impulsar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como mecanismo integrador dentro del continente, marcó la pauta en las intervenciones de los Jefes de Estados y representantes de gobiernos en la vi Cumbre de esa organización.
Entre los ejes temáticos abordados en Ciudad de México estuvieron la crisis sanitaria por la COVID-19, la producción y distribución de vacunas para enfrentarla, las estrategias para afrontar el cambio climático, el robustecimiento del multilateralismo, así como la necesidad de financiamiento para las economías con ingresos bajos y medios.
Otros tópicos fueron el respeto a las soberanías nacionales, la no injerencia, la migración regional, el combate al narcotráfico, el tráfico de personas y la violencia, así como la defensa de la equidad de género y la inclusión social de los pueblos originarios.
Los mandatarios reconocieron el liderazgo de México durante la presidencia Pro Témpore de la Celac, y la mayoría reconoció a Cuba por su contribución al combate de la covid-19 en la región y por obtener vacunas propias contra la enfermedad.
Varios de ellos pidieron el levantamiento del criminal bloqueo económico de Estados Unidos contra la Mayor de las Antillas, lo cual quedó refrendado en una de las declaraciones de la cita.
ASOCIARNOS POR EL BIEN DE AMÉRICA
Al abrir el diálogo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, resaltó que la Celac puede convertiste en el principal instrumento para consolidar las relaciones entre los países del área y lograr un intercambio económico con ee. uu., y Canadá en un marco de respeto a la soberanía; para lo cual hay que considerar tres elementos fundamentales: la no intervención y el respeto a la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
Manifestó que se trata de reactivar pronto la economía del continente para producir lo que consumimos.
«Somos un continente rico en recursos naturales y amplia cultura, y la distancia entre nuestros países nos ahorraría dinero en fletes», aseveró, y abogó por una planificación conjunta.
«Es momento de sustituir la política de bloqueos, es necesario asociarnos por el bien de América».
Cuestionó, además, que el presidente estadounidense Joe Biden no cuenta con el apoyo de su gabinete para destinar recursos a disminuir la desigualdad en el continente, y así reducir los flujos migratorios en la región.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, refirió la preocupación acerca de cómo convertir en acciones y políticas sociales y gubernamentales los documentos discutidos en esta Cumbre.
Recordó la iniciativa del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para convocar a la reunión que representó los inicios de la Celac, y lamentó que Brasil no estuviera presente en esta cita.
Destacó cómo el bloque constituyó un instrumento necesario para retomar los intereses integracionistas. «No vinimos a tirar piedras, sino a tomar la mano», planteó, y recomendó reactivar, en términos inmediatos, los Consejos de Ministros de la Celac en los aspectos social, económico y político.
«Propongo que se evalué la creación de una Secretaría General de la Celac para que lleve las riendas de lo que ustedes desean», expresó el mandatario venezolano, y resaltó la necesidad de tomar como referentes algunos bloques integracionistas como la Unión Africana y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). «El único camino es la integración, el diálogo y la paz», expuso.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, recalcó que la articulación de nuestra región es clave para unirnos al mundo, llevando por delante los principios de solidaridad, equidad y paz; en tanto, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, destacó la importancia de la Celac en la unión de la región y expresó que es un mecanismo que se creó para trabajar en hermandad y unidad de «nuestros pueblos» por el bien común, y condenó los intentos de destruir a Cuba, Bolivia, Venezuela y a su país, mediante sanciones.
Pedro Castillo, presidente de Perú, subrayó que la integración de América Latina y el Caribe debe ser una tarea permanente y diaria, por encima de diferencias económicas y políticas.
«Perú sostiene y sostendrá relaciones diplomáticas con todos los países del mundo y de la región sin ninguna discriminación», puntualizó.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, señaló que tenemos diferentes componentes nacionales; sin embargo, en el mundo real, y en nuestra historia, hay una variedad de cuestiones que nos inducen a la integración. Amplió que la relación de la región con Estados Unidos está marcada por la resistencia, de ahí que debamos tener la conversación adecuada con ese país.
DESAFÍOS
El ministro de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago, Amery Browne, manifestó que la Celac incluye una variedad política y social dentro de sus miembros y que, a pesar de ello, nos hemos comprometido a la unidad, «no podemos perder eso». Reconoció el papel de la Comunidad para avanzar hacia un futuro más próspero, basado en el respeto por los que están dentro y fuera del bloque.
El canciller de Antigua y Barbuda, Chet Greene, resaltó que el ente regional se ha mantenido fuerte como institución, de una manera innovadora, e incluso en tiempos turbulentos; en tanto, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, destacó que la Celac representa una organización de mucho peso en el área.
Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, manifestó que la Celac resultaría de mucho más peso «si tan solo estuviésemos más unidos»; dijo que desea una integración que trascienda eventos como estos que, si bien son muy importantes, son poco difundidos entre nuestros ciudadanos; y sugirió fortalecer el intercambio económico para allanar el camino hacia el intercambio político.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, afirmó que el camino es cuesta arriba y que costará más si no se logra una plena integración: «Unir a los pueblos antes que a los gobiernos es prioridad».
Acentuó que la coyuntura demanda solidaridad mundial y, especialmente, regional para abordar la salud y la activación económica, así como los efectos de la vulnerabilidad del cambio climático y sus efectos en las poblaciones.
El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, abordó la necesidad de crear en la Celac un bloque que pueda ser interlocutor con otras regiones del mundo y cierre la brecha comercial.
«La Celac debe pasar de las cumbres y volverse más eficiente», dijo; propuso, además, la instalación de varias secretarías, y propuso «una sede permanente en algún país, para que pueda canalizarse de manera eficiente la solución de los problemas».
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, agregó que los latinoamericanos debemos trascender buscando el beneficio de nuestros pueblos, porque, además, la COVID vino a demostrarnos que no podemos vivir aislados; y el presidente de Surinam, Chan Santokhi, abogó por un mejor diálogo, y consideró que los esfuerzos deben concentrarse en cómo nos organizamos en la nueva normalidad, eliminando obstáculos para el proceso inversionista en cada uno de los países.
El primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, declaró que la integración y las aspiraciones de los fundadores de la Celac tienen que ser la fuerza orientadora; mientras la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes, pidió fortalecer la unidad.
Rodrigo Alejandro Yáñez Benítez, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, convocó a reafirmar los principios fundacionales de la Celac, y hacer efectivos regímenes democráticos, para lo cual es sano una apertura al escrutinio, según los estándares internacionales, y teniendo en cuenta la inclusión de la mujer y los pueblos originarios; y la ministra de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Jamaica, Kamina Jhonson-Smith, exaltó la posibilidad de trabajar juntos para fortalecer capacidades en el enfrentamiento a la COVID-19.
«Necesitamos cooperación para la solución a nuestros problemas. La Celac nos ayuda para enfrentarnos a diferentes retos; y estos retos solo pueden solucionarse bajo los esfuerzos de la acción colectiva», agregó el ministro de Agricultura, Tierras y Bosques de Granada, Peter David.
LA OEA EN EL PUNTO DE MIRA
La OEA y su secretario, Luis Almagro, resultó tema constante en las intervenciones de los líderes, con criterios encontrados.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, subrayó que la Celac nació como un foro de integración regional en un escenario en que la oea perdió legitimidad por varios factores, entre ellos, la injerencia en las democracias latinoamericanas.
«Es claro que la situación no ha cambiado: la oea, en vez de actuar bajo los mandatos de la Carta Democrática, actúa en contra de los principios de la democracia.
Su creciente injerencia en los asuntos de los Estados no contribuye a la solución pacífica de controversias, sino que más bien las genera».
Añadió que es un organismo obsoleto e ineficaz, que no responde a las necesidades de nuestros Estados, ni a los principios del multilateralismo. Por eso, «es fundamental discutir la transformación de la oea como espacio de convergencia y articulación».
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, manifestó estar de acuerdo con la estructura y comportamiento de la oea, aunque reafirmó la decisión de continuar participando en el fortalecimiento de la Celac, teniendo en cuenta que la cooperación, el respeto y la solidaridad son fundamentales.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, hizo llamados a la autodeterminación y a la no intervención, e hizo alusión a los conceptos de democracia y libertad; sin embargo, evidenció su alineación, desde un discurso neoliberal e injerencista, a la hostilidad contra países como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Reconoció que la Celac ha profundizado y ampliado la cooperación entre todos los países, pero defendió la existencia de la oea.
Ante esas declaraciones de Abdo Benítez y Lacalle Pou, el mandatario venezolano emplazó a los presidentes de Paraguay y Uruguay a establecer fecha y lugar para tener un diálogo político y hablar sobre democracia. Además, invitó a los participantes en la Cumbre a que observen el proceso eleccionario en su país, que llevará a los venezolanos a las urnas en noviembre próximo.
El Vicepresidente de El Salvador explicó que la OEA fue creada en el inicio de la guerra fría, ha tenido sus luces y sus sombras, y pasó por un momento sombrío cuando expulsó a Cuba en 1962, recordó.
«No se trata de destruir la oea, se trata de que la Celac sea un proyecto alternativo para integrarnos de manera efectiva, para poder generar un verdadero e importante sujeto de la pospandemia», dijo Ulloa.
SALVAR AL PLANETA
Las estrategias contra el cambio climático fueron tema constante. El Canciller de Nicaragua destacó la urgencia de unirse para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030, en tanto Juan Valle, subsecretario de Asuntos de América Latina en Argentina, reclamó que «necesitamos de una justicia social ambiental» para aspirar al desarrollo regional.
De igual forma, se refirió a la creación de la agencia espacial latinoamericana, y expresó la necesidad de abordar la seguridad alimentaria.
La Ministra de Relaciones Exteriores de Panamá recomendó revisar de conjunto temas como la migración irregular, el cambio climático y la equidad de género; mientras, el Presidente de Costa Rica resaltó que la pandemia ha exacerbado las desigualdades, y que somos un continente muy afectado por los fenómenos naturales, pero también tenemos muchas soluciones para combatir el cambio climático.
El Jefe de Estado de Guatemala expresó su compromiso para trabajar activamente en los proyectos presentados por la fao, la Cepal y el plan de autosuficiencia sanitaria; en tanto, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, destacó la importancia de trabajar en la seguridad alimentaria y pensar en estrategias conjuntas para fortalecerlas.
El dignatario de Honduras calificó al cambio climático de dramático y «altamente dañino para nuestra gente». Hemos enfrentado dos huracanes en menos de 15 días, con grandes daños. Perdimos lo que construimos en una década. Más de 1 800 millones de dólares es lo calculado por esos eventos, detalló, y propuso crear un centro que permita el intercambio de información y acciones rápidas.
El primer ministro de Santa Lucía, Philip J. Pierre, afirmó que su país, a pesar de ser muy pequeño, comparte los mismos problemas del resto de las naciones de la región, como el desempleo, el cambio climático y la desigualdad hacia la mujer; y el presidente del Senado de República Dominicana, Eduardo Estrella Virella, instó a las instituciones financieras a crear mecanismos crediticios para que la región recupere los mercados afectados por la pandemia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Barbados, Jerome X. Walcott, ratificó que si la Celac se propuso lograr los objetivos de la agenda 2030, se debe crear un espacio para que los países atiendan sus demandas, y su homólogo de Haití, Claude Joseph, refirió la necesidad de apostar por el desarrollo sostenible, para lo cual consideró oportuna la iniciativa de crear un fondo de asistencia humanitaria para la gestión integral de riesgo por desastres.
El representante ante la oea de San Cristóbal y Nieves, Everson Hull, invitó a construir estructuras con un entorno productivo positivo.
VACUNAS ANTI-COVID-19 PARA TODOS
«Centrémonos en la importancia de las vacunas para todos y en que se liberen las patentes», señaló el mandatario boliviano; llamó a un mayor compromiso por la recuperación económica; y reforzó la necesidad de una transformación democrática de los sistemas financieros mundiales.
El Presidente de Guatemala también destacó que el acceso justo, equitativo, solidario, transparente y universal a las vacunas y medicamentos contra la COVID-19 está aún lejos de conseguirse.
«La Celac puede llamar la atención a los retos externos y tener más acceso al financiamiento. Esta plataforma la podemos utilizar para alcanzar mayores propósitos», dijo el Ministro de Asuntos Exteriores de Antigua y Barbuda.
El Ministro de Agricultura, Tierras y Bosques de Granada apoyó el plan de autosuficiencia sanitaria y denunció el acceso desigual a las vacunas, lo cual merma la estabilidad de «nuestras pequeñas economías»; en tanto el Presidente de Guyana manifestó que su país se adhiere al llamado para que se acelere la producción y distribución de las vacunas sobre la base de la cooperación.
El Presidente de Perú dijo que la Celac debe concretar un hecho: cómo lograr que nuestros territorios cuenten con el financiamiento para combatir esta mortal enfermedad. Hay muchos pueblos que esperan que sus autoridades y gobiernos hagan algo por ellos.
Por su parte, el Presidente de Uruguay calificó de deficitario el sistema de vacunas Covax, mientras el Presidente del Senado de República Dominicana recomendó que la región y su mecanismo de integración trabajen por lograr el acceso equitativo a las vacunas contra el sars-cov-2. «De esta pandemia saldremos todos juntos o no saldremos», expresó.
El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, agradeció el apoyo brindado por Cuba con el envío de médicos y enfermeros a su país para combatir la COVID-19, en la misma línea, el Primer Ministro de Belice destacó cómo la Mayor de las Antillas ha desarrollado sus propias vacunas, y agradeció su postura al brindar asistencia médica a otras naciones. «Estos ejemplos son el testimonio de la capacidad de nuestra región para solucionar problemas a través de la cooperación y la solidaridad», apuntó.
Luego del amplio debate, de la Cumbre resultó una declaración conjunta de 44 puntos y declaraciones especiales sobre el derecho de Argentina sobre las Islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur, y acerca de la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba. Esta última no fue objetada por ningún país.