“Una experiencia ardua, pero muy rica para un actor, es transitar por dos estados muy diferentes. Es descubrir lo humano en dos seres que tienes que habitar emocionalmente. Cuando el Chino me propuso a Angelito, de ‘Rompiendo el silencio’, quedé fascinado (…) La caracterización de Mendive, su interioridad, la pude lograr cuando Fernando empezó los ensayos”.