Las masacres ocurridas recientemente en la ciudad de Boulder, en Colorado, y en el área metropolitana de la ciudad de Atlanta, en Georgia, con un saldo de 10 y ocho muertos, respectivamente, son solo dos casos más de la violencia sin sentido con armas de fuego facilitada por la Asociación Nacional del Rifle, los fabricantes de armas y los políticos corruptos a quienes ellos controlan.