La reforma ministerial ocurre cuando el presidente ultraderechista se encuentra arrinconado por la pandemia que ha costado la vida de poco menos de 314 000 personas e infectó a 12,5 millones en Brasil. Luego de que enviudó de su hacedor, Donald Trump, Bolsonaro perdió su brújula diplomática, quedando aislado, mientras Brasil ganó el estatus de bomba de tiempo epidemiológica global. Una bomba que puede barrer a Sudamérica y, por proyección, al planeta.