Desde el 29 de marzo de 1990, fecha en que llegaron a Cuba los primeros 139 niños y niñas, y hasta el año 2006, se atendieron 26 114 afectados, de ellos, unos 23 000 niños, para curarse de las secuelas del desastre nuclear. En ese periodo se realizaron más de 70 000 consultas en 20 especialidades médicas, utilizándose varios medicamentos de la biotecnología cubana.