Posiblemente las glorias que nuestro país ha alcanzado en el mundo, todavía estén por encima del esfuerzo que hemos hecho; hagamos el esfuerzo que nos haga acreedores legítimos del prestigio que nuestro pueblo tiene en el mundo, para respaldar así esa consigna que ya también el mundo conoce, a la cual nosotros no podemos fallar.