Cuando saltó la noticia de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, iba a sustituir a su ministro de Salud, Eduardo Pazuello, muchos vieron en ello el inicio de un cambio de rumbo en la caótica gestión de la pandemia. Tras ser nombrado, el cardiólogo Marcelo Queiroga rebajó las expectativas y dijo: “El ministro de Salud ejecuta la política del Gobierno”.