Un año atrás Cuba emprendió una carrera diferente por la vida. Sin reparar en las interminables jornadas de trabajo, en los disímiles obstáculos por franquear, en los constantes retos que ha significado para nuestra cotidianidad la COVID-19, los esfuerzos desde cada rincón del país han tenido el supremo propósito de seguir defendiendo la vida. No olvidemos que la COVID‐19 es también un asunto de familia, y en Cuba todos lo somos, tenemos que asumirlo con disciplina y responsabilidad.