Al margen de las veleidades futurológicas, por su extensión planetaria y su alto grado de letalidad, la pandemia ha convocado a numerosos pensadores a una reflexión acerca de la necesidad de reformular el proyecto civilizatorio dominante. El acontecimiento ha revelado, de manera brutal, nuestra extrema vulnerabilidad en un destino común compartido.
El arte de los nombres ridículos
Cada vez escucho más frecuentemente la frase: «En este sistema no funciona nada. Nada sirve». La gente es muy exagerada, porque si solamente se sentaran