El tirador húngaro Aron Szilagyi hizo historia este sábado en los Juegos Olímpicos de Tokio al conseguir su tercer oro consecutivo en sable tras los obtenidos en Londres 2012 y Río 2016, tras imponerse en la final al italiano italiano Luigi Samele (15-7).
Con ese resultado, Szilagyi se convirtió en el primer tirador concretar una hazaña que hasta la fecha solo había sido conseguido por la italiana Valentina Vezzali, en la modalidad de florete.
El húngaro llegó a la final, después de superar un difícil escollo, el surcoreano Kim Junghwan y vencer de manera clara por el oro a Samele, a quien dejó en siete puntos. Su victoria le permite superar las dos coronas de sus compatriotas Jenö Fuchs (1908, 1912) y Rudolf Karpati (1956, 1960).
La medalla de bronce fue para el surcoreano Junghwan, que acabó subiendo al podio después de doblegar al georgiano Sandro Bazadze por 15-11.