Díaz-Canel fracturó al país, lo rompió. Cuando dio la orden de “combatir”, cuando repitió que las calles eran de los “revolucionarios” y que él daba su vida por la “Revolución”, acabó con Cuba.
No solo llamó a la guerra civil y desató el odio con el que las fuerzas militares reprimieron las manifestaciones, sino que destruyó más a cada familia cubana. Se rompió algo cuando el presidente de la dictadura dio esas órdenes en televisión nacional. Sus palabras retumbaron por cada rincón de la isla, y sus seguidores –los supuestos revolucionarios–, acataron esas órdenes al pie de la letra y desataron un baño de sangre que ahora le da la vuelta al mundo.
Cuba está fracturada, nunca más volverá a ser la misma. El odio desatado hizo que los hijos ahora peleen con sus padres, hermanos contra hermanos, amigos contra amigos.
Díaz-Canel con sus palabras dividió al país más de lo que estaba. Lo convirtió en un pantano en el que la gente no sabe cómo canalizar su frustración, y se hunde. Lo hizo a propósito, porque bien sabe él que en Cuba todas las generaciones convergen en un mismo domicilio, así de pobre es esta isla.
Él sabía que eso lo ayudaría a enfrentar a un pueblo que ya se cansó, porque cada familia cubana crece con un abuelo y con una madre comunista. Y el presidente de la dictadura se aprovechó para ponerlos a pelear a todos y ganar tiempo. Un tiempo que se le acaba a él y a todo el régimen, porque lo que hicieron durante las manifestaciones no se va a olvidar.
La represión ejercida por el régimen fue tan salvaje, que dejaron a Cuba sin memes. Y es que mucha gente que antes no quería reconocerse viviendo dentro de una dictadura, ahora no saben qué decir, o qué publicar, o hacer. Ahora, por más que el castrismo trate de limpiar la imagen, moderar el discurso, cada cubano y cubana tiene en su subconsciente el atropello y la violencia ejercida por una fuerza bruta a la que no le interesó si eran hombres, mujeres, o niños. Todos fueron reprimidos de igual manera, porque según Díaz-Canel la “Revolución” está por encima de todo.