Tras cuatro jornadas que incluyeron lecturas de poemas, presentaciones de libros y descargas trovadorescas, el escritor espirituano Rigoberto “Coco” Rodríguez Entenza recibió el Premio Nacional de Poesía Manuel Navarro Luna en la 49 edición de estos homenajes al poeta manzanillero.
Con un libro titulado La Carga el espirituano se impuso a 35 autores de nueve provincias cubanas y a otros participantes de Argentina, México, Chile, Colombia y Perú.
Manuel Navarro Luna fue uno de los poetas vanguardistas más notables de la isla y este año se conmemoran los 55 de su deceso.
La constante mutación de sensaciones e imágenes, las representaciones de un suceder que se acumula vertiginosamente y apenas nos deja contemplar los hechos, como si el poeta quisiese aprehender un fragmento de la realidad en su escritura, testimonian que estamos ante una obra que se inscribe en una de las líneas de la poesía cubana del siglo XX, acaso la de más acabados y perdurables frutos, de una severidad que la sitúa entre los mejores ejemplos de la lírica hispanoamericana posterior a 1950″.
Enrique Sainz, crítico literario
En la provincia de Manzanillo, tierra natal de Navarro Luna, se celebraron las jornadas de homenaje que finalizaron con la premiación del Concurso y una peregrinación, en pequeña escala, a la tumba del bardo en la que participaron escritores, poetas e intelectuales de esa ciudad del Golfo de Guacanayabo.
Rodríguez Entenza tiene en su haber una larga lista de reconocimientos nacionales entre los que se encuentran los siguientes premios: Rubén Martínez Villena, Eliseo Diego, Fayad Jamás, Nosside Caribe y Raúl Ferrer.
Su poesía se caracteriza por la claridad expresiva, su lirismo y cierta dosis de compromiso social que no se rebaja al panfleto a pesar de su marcado contenido social.
El jurado que le concediera el premio en esta ocasión estuvo integrado por Reinaldo García Blanco, Israel Domínguez y Sergio García Zamora.
Además de poeta Rodríguez Entenza es narrador, dramaturgo y crítico, y tiene una obra ampliamente conocida en todo el país.
La celebración anual a Navarro Luna en Manzanillo constituye un acto reivindicador a la obra de una figura que tuvo gran reconocimiento en los primeros años del triunfo revolucionario de 1959 y que después ha estado un tanto opacada.
Con este premio y los muchos que se siguen convocando en Cuba se demuestra que, a pesar de la pandemia, el movimiento intelectual cubano sigue vivo y no se detiene a pesar de la delicada situación epidemiológica.
Retrato del poeta
Nacido el 5 de noviembre de 1963 en Sancti Spíritus, su obra en teatro y poesía está indisolublemente ligada a su ciudad.
En 1986 se graduó en la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán. Ha sido guionista, director radial y profesor universitario. Simultáneamente dirigió los grupos teatrales La fuente viva y Tablas Nuevas y se desarrolló como narrador oral escénico. En el año 2001 fundó y dirigió el grupo Teatro Guiñol de Sancti Spíritus, con el cual estrenó las obras El último güije de la Villa del Espíritu Santo y Las 120 monedas.
Es considerado por la crítica especializada como uno de los autores significativos de la literatura cubana contemporánea.
Entre sus libros publicados destacan: Cuerpo de álamo, Ediciones Luminaria, Sancti Spíritus, 2002; Sitios Cruzados, Ediciones Sed de Belleza, Santa Clara, 2003; Último día del naufragio, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2004 y Otras piedras talladas en silencio, Ediciones Unión, La Habana, 2006.