Acompañado por integrantes de su equipo de trabajo del Partido y del Gobierno, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compareció este lunes ante la prensa, con el propósito de esclarecer un grupo de matrices que, en las últimas horas, se han tratado de imponer para desacreditar la manera en la que Cuba enfrenta la pandemia y para generar incidentes provocadores de mercenarios internos y, con ello, promover el descontento y fracturar la unidad del pueblo.
Tras la información ofrecida sobre la generación de electricidad, primer tópico abordado en la jornada, el mandatario, quien tiene una formación como ingeniero eléctrico, explicó las particularidades del sistema energético nacional, muy marcado por las afectaciones generadas por el bloqueo económico de EE. UU., y el sobreconsumo.
Díaz-Canel recordó que, cuando en 2019 se incrementaron las medidas restrictivas, al anunciarse la aplicación del capítulo III de la Ley Helms-Burton, de manera transparente se le explicó a la población que tendríamos carencias, dificultades. En ese momento se enfiló la política de sanciones a boicotear la entrada de combustible a Cuba.
¿Cuál fue la decisión de Cuba?, inquirió. Proteger la generación eléctrica para la población, incluso a costa de disminuir los niveles de la economía del país, argumentó.
Durante más de un año y medio, añadió, hemos estado sin apagones, salvo los que se produjeron en estos días, y es ahora que se produce un déficit de generación por rotura. Alguien nos decía: es un milagro que no hayamos tenido apagones; pero no, no es un milagro.
El Presidente cubano reconoció que no siempre se han tenido los combustibles necesarios a tiempo, en tanto recalcó que la Isla tiene una generación térmica que trabaja con crudo cubano.
Además, agregó, tenemos varias tecnologías que funcionan con diferentes tipos de combustible. Cuando no tienes los tipos de combustible de manera oportuna, se sobrecarga la generación.
Muchas veces los grupos electrógenos han estado trabajando casi todos los días, acompañando la generación térmica, y eso provoca desgaste y, por lo tanto, quedan menos días para poder tener en vitalidad esos sistemas, apuntó.
De acuerdo con Díaz-Canel, esa acción de sobrecarga, la carencia de piezas de repuesto, los financiamientos que no hemos podido recibir, la política de cerco económico recrudecida y mantenida por la actual administración estadounidense han provocado que no tengamos los recursos ni las piezas de repuesto oportunamente.
Además, acotó, se nos acercaba el momento más complejo, se acercaba el verano; no teníamos capacidad de cobertura, y sacar una planta significa perder capacidad de generación, aumenta la demanda y entonces se generan apagones.
Sin embargo, al decir del Jefe de Estado, los apagones de este tiempo tienen otra singularidad, debido a la COVID-19. «Además de las instalaciones del sistema de Salud, tuvimos que abrir centros de ingreso en otras instalaciones, hemos llegado a habilitar hoteles como hospitales».
Asimismo, detalló, que con el concepto de evitar las molestias a estos pacientes de la COVID-19, hemos tenido que proteger más circuitos. Y eso causa incomprensiones en la población.
No obstante, enfatizó, ustedes pueden tener la seguridad de que el Gobierno cubano ha tenido la voluntad de causar la menor molestia posible. Nosotros no apagamos para molestar a la población. Además, en medio de todo eso estamos haciendo inversiones nuevas en el sector, solo que los procesos de puesta en marcha se planifican, pero pueden fracturarse en el tiempo por algún imprevisto.
Estamos haciendo una reparación capital en una de las unidades de Felton; estamos haciendo una inversión con financiamiento de la Federación de Rusia en la termoeléctrica del Mariel; estamos haciendo una reparación en un grupo de plantas; pero tuvo una rotura la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas. Hay todo un programa de inversiones energéticas, aunque, lamentablemente, hemos pasado por esta situación, significó el Presidente.
A juicio del Primer Secretario del Partido, está claro que cualquier planteamiento que haga la población, cualquier queja, la podemos valorar. Y lo sucedido, en ningún momento, ha sido para molestar a nuestro querido pueblo.
Hoy, aunque se abren perspectivas de mejoría, tenemos que plantear lo siguiente: ahorrar todo lo que podamos con responsabilidad, tanto en el sector residencial como en el estatal. Y que con la mayor eficiencia nuestro personal calificado sea capaz de cumplir con el sistema de mantenimiento, señaló.
HEMOS LLAMADO AL PUEBLO A DEFENDER SU REVOLUCIÓN
Díaz-Canel desmontó el funcionamiento de la maquinaria ideológica y violenta que se mueve detrás de los disturbios que han ocurrido en Cuba en las últimas horas. También denunció la matriz de opinión que se trata de imponer, que se ha llamado al pueblo a enfrentar al pueblo, cuando lo que ha ocurrido es que se ha llamado al pueblo a defender sus derechos.
Aseguró que ahora pretenden cuestionar los sucesos de este domingo, porque alegan que se hizo un llamado al enfrentamiento entre los cubanos.
Nosotros hicimos un llamado al pueblo a defender su Revolución, y el pueblo fue a debatir, a argumentar, pero los manifestantes respondieron con violencia y el pueblo se defiende, enfatizó.
A propósito del «famoso cambio de régimen» en Cuba, el mandatario preguntó: «¿A quién le molesta nuestro régimen? A la mayor parte del pueblo no, porque la mayoría lo ha refrendado en miles de debates públicos, en los cuales también han participado quienes piensan de modo distinto.
«¿A quién le molesta? ¿A Estados Unidos? ¿Por qué no ven las virtudes de un sistema que trabaja para todos y tiene resultados en esferas como la salud, la educación, la seguridad social, la tranquilidad ciudadana?».
Desafortunadamente, apuntó, alientan maniobras que terminan en el vandalismo y eso hace cerrar más nuestras filas, nos une más, nos esclarece cuáles son las verdaderas intenciones, y hace nacer posiciones genuinas de defensa, porque no se puede lograr una respuesta obligada de defensa de la Revolución.
Quisieron alentar dicha situación, aseveró el Presidente cubano, en medio de un complejo escenario de la pandemia, donde hay que extremar el aislamiento. ¿No es eso cruel,
inhumano y genocida? Por ello, han tenido la respuesta que merecían y estamos conscientes de cómo podemos vencer esa agresión.
Díaz-Canel dijo que nada ocurre por gusto. ¿A quién le conviene lo sucedido? Al sector conservador de la mafia miamense, que ha apoyado financieramente las campañas que se han orquestado, y lo ha hecho para buscar un pretexto ahora que se maneja una revisión de la política de Estados Unidos hacia Cuba.
EL PAÍS HA ENFRENTADO LA PANDEMIA «A BRAZO PARTIDO»
En opinión del Primer Secretario del Partido, la situación actual de la pandemia hay que verla con los antecedentes asociados al contexto en el cual se ha desenvuelto el país y la manera en que se ha trabajado el enfrentamiento al nuevo coronavirus.
La pandemia, dijo, llegó como un reto en medio de la situación de desabastecimiento y de las medidas recrudecidas del Gobierno de EE. UU.
Lamentablemente, significó, en varios lugares ha disminuido la percepción de riesgo y circulan cepas que son más agresivas y con más transmisión, lo cual ha provocado un pico pandémico. «Cuba demoró más que otros países en entrar a esta situación, pero también la vamos a sobrepasar».
¿Cuáles fueron los conceptos con que trabajamos? Enumeró que primero, la salud del pueblo. A todo el que podamos llevar a una institución estatal lo llevamos. Asimismo, el contacto, el sospechoso y todas esas personas iban a las instituciones estatales; ahí atendíamos todo y logramos frenar la transmisión.
Ha sido el esfuerzo de esos científicos, que durante mucho tiempo los aplaudimos a las nueve de la noche, y creo que ahora hay que aplaudirlos más por todo el esfuerzo que están haciendo, sugirió.
Al comparar los resultados de Cuba con países del primer mundo, señaló que ello nos permite saber cómo estamos y qué más podemos hacer.
En su argumentación, mostró las cifras por países y se hizo evidente la diferencia de Cuba con la mayoría de las naciones, las cuales tienen situaciones económicas más robustas que la nuestra, ninguna está bloqueada, y todas tuvieron picos pandémicos.
A ninguna le dijeron que la iban a intervenir, y que les abrirían corredores humanitarios, denunció el Jefe de Estado.
Con la vacuna Abdala y el candidato Soberana, las pruebas se hicieron en presencia de la cepa de origen sudafricano, comentó, al tiempo que llamó la atención en torno al indicador de muerte por millón de personas. Solo Japón tiene un indicador mejor que nosotros.
De igual modo, puso la mirada en la estadística del por ciento de letalidad. Y, respecto a los registros de la enfermedad en las Américas, menos casos por millón de habitantes, menos casos por millón de personas en el mundo. Cuba tiene 0,64 % de letalidad. ¿Es por Cuba que hay que preocuparse? Aunque cada muerto nos duele.
Díaz-Canel, comentó que hay quien hipócritamente dice que este país, con esos indicadores, requiere una intervención humanitaria, que todos sabemos en qué va a parar. «Es el mismo discurso de doble rasero de siempre».
Seguidamente, el mandatario sumó más preguntas a los análisis. ¿Dónde están los asesinatos en Cuba? ¿Por qué no se preocupan por los asesinatos que hay en América Latina? Una vez más se ve que la OEA juega su papel en la guerra no convencional. ¿Cuándo la OEA ha planteado el rechazo al bloqueo económico a Cuba? Los datos desbaratan esas teorías calumniosas con que nos tratan de agredir.
Respecto al pico pandémico, reiteró que ha ido creciendo el número de casos y ese crecimiento –con las capacidades que tenemos de ingreso en algunas provincias– comienza a ser mayor. Por tanto, ese concepto de que todo el mundo vaya a una institución no lo podemos cumplir.
Agregó que Matanzas tiene abiertos hoy 110 centros, donde están tratando a los enfermos, también tienen a los sospechosos y a los contactos de los contactos. En provincias que tienen esta situación, no es posible tenerlos a todos en instituciones estatales.
Por ello, reconoció, tenemos que ir al ingreso domiciliario, que sigue llevando una enorme responsabilidad institucional, porque hay que visitar al paciente casa por casa. Pero lleva una enorme responsabilidad de la familia, que tiene que tomar un grupo de medidas para que el ingreso sea efectivo.
Estamos ante esa complejidad, enfatizó Díaz-Canel. Al abrir más centros, hay que poner más personal de la Salud. En estos momentos estamos abriendo estos centros, pero también los vacunatorios; por tanto, también se nos tensan los recursos humanos. Y si hay más enfermos, se necesitan más medicamentos. Además, tenemos que tener en cuenta la cantidad de críticos y graves para evitar que nos colapsen las salas de cuidados intensivos.
A nosotros una muerte nos preocupa, aseveró el Jefe de Estado, y de entre ellas duele mucho la muerte de cuatro niños y ocho mujeres embarazadas, y, a su vez, destacó los protocolos para atender a quienes han padecido la enfermedad.
Tenemos nuestras fortalezas, aseveró. Hoy el país ha vacunado el 34 % de la población mayor de 19 años con una dosis. Lamentamos todas las muertes, pero también tenemos que reconocer todo lo que se ha hecho por la vida. De lo contrario, hubiéramos tenido más muertes.
Con los análisis anclados en las estadísticas, apuntó que en Cuba llega al estado de gravedad el 1,69 % de los pacientes que tenemos, de los graves salvamos las dos terceras partes y de todos los casos salvamos al 90 %. Esos elementos dibujan cómo es la situación de la COVID-19 en la Isla.
También explicó que, si una persona se empieza a vacunar con una primera dosis y se enferma, ese ciclo de vacunación se interrumpe. Hay que seguir todas las medidas responsablemente en relación con las conductas de las personas, el distanciamiento físico, para que en el menor tiempo posible podamos sobrepasar este pico epidémico y poder trabajar más diferenciadamente con las otras categorías.
ESTADÍSTICAS EN CUBA: TRANSPARENCIA, EXACTITUD Y VERACIDAD
Díaz-Canel dijo que el análisis estadístico ha sido fundamental, y se ha hecho desde varios ámbitos, como los modelos matemáticos, los cuales nos han alertado de situaciones concretas y nos han indicado caminos a seguir.
En las estadísticas, subrayó, se han defendido los principios de transparencia, de exactitud y de veracidad, y hemos sido honestos, bajo el principio de que no vamos a mentir nunca respecto a la información a la población.
Además, agregó, trabajamos, indistintamente, unos y otros, de manera individual, personal y colectiva con nuestras bases de datos.
En la sede del Palacio de la Revolución, apuntó, hay un tablero de mando, con una información actualizada, en tiempo real, del comportamiento de la pandemia. Y existe una serie histórica de toda la estadística de la COVID-19, que nos permite hacer análisis, y así trabajan todas las estructuras.
AGRADECIMIENTO POR LA AYUDA SINCERA A CUBA
El mandatario cubano agradeció la ayuda solidaria y sincera que llega desde diferentes partes del mundo, desde grupos e instituciones de solidaridad con Cuba, desde la gente honesta que hay en el mundo y sabe apreciar la realidad tan dura que vivimos y cuáles son sus causas.
También se refirió a la ayuda que llega desde países amigos como Venezuela, con el presidente Nicolás Maduro, los mensajes de apoyo desde México y el presidente Andrés Manuel López Obrador, del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva… Esa ayuda la vamos a aceptar, porque es legítima, enaltecedora, emancipa y demuestra lo mejor del pensamiento mundial.
La ayuda que no vamos a aceptar, enfatizó, es la injerencista, que no es ayuda, es injerencia. La tratan de disfrazar con términos, pero viene con malas intenciones y esa no la vamos a permitir bajo ningún concepto.
Díaz-Canel afirmó que, una vez más, la prepotencia yanqui fracasa al creer que, apostando a estos planes simulados, iban a lograr un aislamiento de Cuba, y hoy el mundo nos apoya. «Cuba no está sola».
«Cada vez el Gobierno de Estados Unidos se aísla más por tener esa actitud beligerante, sin razón alguna contra Cuba y contra nuestro heroico pueblo. Cuba sigue viva y Cuba vence», afirmó.
Hemos tenido expresiones de solidaridad, de apoyo y disposición de cubanos residentes en el exterior, continuó, y a esa comunidad le expresamos también nuestro respeto.
EN CUBA NO SE NECESITA INTERVENCIÓN HUMANITARIA
En la intervención final, el Presidente de la República explicó que esta semana debían ocurrir, según el calendario de trabajo del Estado, las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, correspondientes a este periodo, pero se han pospuesto por la situación actual, aunque de alguna manera se ha dado un volumen importante de información al pueblo.
Hemos dado información honesta, veraz y transparente sobre la situación de nuestro país. Hemos expresado y defendido, yo diría que con vehemencia y con firmeza, nuestras verdades. Hemos denunciado la agresión permanente contra la Revolución, contra la nación y contra el pueblo cubano, resumió.
Nos hemos emocionado, dijo, por la información que aquí se ha dado sobre acontecimientos que, no por conocidos, dejan de ser trascendentales y estremecedores.
En ese sentido, se refirió a la autorización del uso de emergencia de Abdala, que lleva consigo el reconocimiento como la primera vacuna latinoamericana que lo consigue; y, por otra parte, el reconocimiento de la eficacia con un 91,2 % de Soberana, ambos hitos científicos, del patrimonio creativo de nuestra Revolución, que insertan perfectamente el concepto de que tenemos una resistencia creativa, que resiste las adversidades, pero también crea para superar el presente y mejorar el futuro.
También resaltó que la información ofrecida ha estado acompañada de noticias desagradables como el incremento de los contagios con la
COVID-19, situaciones que creíamos que no nos iban a tocar, y que ahora nos dan una perspectiva de lo mucho que tenemos que seguir haciendo para vencerla y para llevar a nuestra población a una mejor situación.
«Nos duele, nos mortifica, nos angustian todas estas situaciones, pero también nos ocupa un enorme sentido de compromiso y responsabilidad, y, una vez más, queremos patentizar nuestro lamento por las pérdidas humanas y nuestras condolencias a los familiares y amigos. Todo nuestro pueblo, está unido en este combate».
Hemos repudiado claramente, ratificó, los disturbios de agresión, de vandalismo, de delincuencia, de vulgaridad que se orquestaron este domingo.
Aquí nunca podemos olvidar nada de lo que se plantearon y a lo que convocaron los que lideraron, desde el punto de vista del mercenarismo. Aquí se llamó al linchamiento, a la intervención extranjera, a que había que quitarles la vida a los comunistas. Esas son expresiones y son cargos por los que tendrán que responder todos los que participaron en esos hechos, aseveró el mandatario.
«Con toda esta información que hemos compartido, partiendo de nuestras convicciones, cabría preguntarse si es cierto que necesitamos una intervención humanitaria. Yo creo que la respuesta es bien clara, en Cuba no se necesita intervención humanitaria. Cuba y el mundo lo que necesitan es mucha solidaridad en tiempos como este, y si alguien ha sido abanderado de esa solidaridad genuina es este pequeño país que ahora es cuestionado por la manera en que enfrenta la pandemia».
Alegó que fue este país el que envió, en medio de la pandemia, a un grupo importante de brigadas de colaboradores de la Salud a muchos otros países. Aquí lo que necesitamos, sentenció, es que se retiren las 243 medidas de asfixia y que se derogue el bloqueo. Eso es lo único que demanda Cuba.
«Al presidente que ha aconsejado o que ha invitado a que se escuche al pueblo cubano, o que se trabaje por eliminar sus problemas, en eso estamos enfocados todos los días. A ese presidente hay que decirle que escuche al mundo, que escuche a los millones de personas que condenan el bloqueo a Cuba, que escuche a los cubanos y que escuche también a los millones de norteamericanos y a los cubanos residentes en los Estados Unidos, que también están en contra de ese bloqueo».
Un pueblo capaz de crear medicamentos, vacunas, equipos en medio de un cerco financiero total, merece admiración y respeto, merece que se le permita trabajar y crear en paz, subrayó.
Sobre esa paz, dijo que es la que defendemos, no la violencia, no alentamos guerra civil como han querido poner algunos en los titulares. Lo que sí tenemos es la voluntad, la convicción y el deber legítimo de defender la obra revolucionaria de quienes intenten socavarla, siguiendo un plan anexionista, generando vandalismo, agresión, e incluso incitando al asesinato.
Nuestro Gobierno, reafirmó, defiende, dentro de la Revolución, los derechos de todos, sean o no revolucionarios. Aspiramos al bienestar para todos, incluimos a todos en nuestra concepción de justicia social, pero no estamos dispuestos a entregar la obra, ni la independencia, ni la soberanía, ni la autodeterminación que hemos ganado, conquistadas con la Revolución.
En la tarde del domingo, recordó, había provocadores violentos que cometieron hechos vandálicos, que alteraron el orden, que llamaron a una intervención extranjera, que aseguraron que la Revolución se caía. Ese anhelo nunca lo van a disfrutar, el pueblo respondió: defendió su Revolución. Nosotros tenemos un compromiso con proteger la tranquilidad y la seguridad ciudadana, la paz tan necesaria para podernos centrar en el enfrentamiento efectivo ante la pandemia y para poder avanzar en nuestros planes de desarrollo económico y social.
«Ese ideal, compartido por la mayoría lo vamos a defender, sobre todo, los revolucionarios, y todo el que se sume; y ese es el verdadero sentido de que en Cuba las calles son de los revolucionarios, que no es para nada discriminatoria, pero significa que la principal responsabilidad la tienen los revolucionarios, y asimismo a todos los que se sumen a defender la Revolución. Fuerza Cuba, que resistiremos, avanzaremos y, como siempre, venceremos», concluyó el mandatario.
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