Brida de Paulo Coelho, un regalo de una persona especial en tiempos de pandemia el pasado septiembre de 2020. Foto: Alex Ross.Las preferencias lectoras y las demandas insatisfechas de los lectores cubanos son de interés constante para el Instituto Cubano del Libro y, en general, para todas las editoriales que integran el sistema del libro en el país.
A través del Observatorio Cubano del Libro y la Lectura (OCLL) se estimulan siempre investigaciones que buscan acercarse al lector y conocer tanto sus preferencias como insatisfacciones en cuanto a lectura.
La Feria Internacional del Libro de La Habana siempre ha sido escenario de nuestras mediciones y encuestas, no solo para que los públicos valoren el funcionamiento de cada espacio y las condiciones del evento, sino para conocer sus demandas lectoras.
Un ámbito como el de Cuba Digital permite conocer, por ejemplo, si existe armonía entre la lectura de libros impresos y los ebooks, y en los burós de información, los estudiantes asociados al OCLL de las facultades de Psicología, Letras o Comunicación siempre toman nota de los deseos que manifiesta la población que visita el evento.
La era de la COVID-19 nos ha impuesto el reto de continuar trabajando mediante vías no presenciales y justamente por eso el Observatorio Cubano del Libro y la Lectura ha lanzado diversos retos literarios y preguntas en las redes sociales para conocer el gusto de nuestros lectores.
Recientemente, junto a los entusiastas de Claustrofobias Promociones Literarias, iniciamos una nueva encuesta de demanda insatisfecha y preferencias lectoras, que en un par de semanas ya tiene unas 135 respuestas, a cuatro preguntas bien simples tendentes a medir lo que demanda muestra población a las editoriales en cuanto a títulos, autores, temáticas y géneros.
Aunque todavía es pronto para dar pronósticos, vale decir que los índices preliminares continúan moviéndose hacia las variables que generalmente dirige el público sus respuestas.
Entre los géneros más mencionados sobresale —como suele suceder— la novela, con la más alta votación de un 87,4% de la muestra, seguida por el cuento con un 59,3%, la poesía con un 39,3%, la historieta con 34,1%, biografía con 33,3%, el ensayo con 32, 1 % el testimonio con un 20 % y los libros de autoayuda con un 14, 8 %.
Entre las temáticas la más demandada es la ciencia-ficción con el 61, 5 % de votos, a la que siguen la policiaca con el 54, 1 %, la histórica con el 51, 9 %, la amorosa con el 45, 9 %, la económica —que con salud y auto ayuda— se demandan en un 20 % y la política con 18, 5 %.
Hay gran diversidad entre los autores y obras más demandadas, tanto de cubanos como extranjeros y de clásicos como contemporáneos, pero en general muchos lectores apuntan a solicitar obras de literaturas de otros países, libros para niños, adolescentes y jóvenes y el rescate de clásicos que marcaron a generaciones precedentes.
Hasta el momento la composición de la muestra que ha respondido indica predominio del género femenino (57,8%) mientras que el masculino es de 40, 7%).
La edad de las personas que responden es mayoritariamente entre 25 y 40 años (39, 3 %), entre 41 y 65 (32, 6%) y menores de 25 (25, 9 %).
La ocupación prioritaria es de trabajadores estatales (60, 7 %), seguidos de los estudiantes con (23 %) y, por último, los cuentapropistas (12,6%).
Otras ocupaciones como las amas de casa, los jubilados, los campesinos o personas sin vínculo laboral ocupan porcentajes poco representativos.
En cuanto al nivel educacional de quienes responden la encuesta el 50,4 % es universitario, un 26 % de la enseñanza media y 22% poseen títulos de posgrado.
El mayor volumen de encuestados radica en la capital (66,7%), seguido por personas que viven en Santi Spiritus (6,7%), Cienfuegos (5,2 %), aunque hay votantes de casi todas las provincias.
Seguiremos en las próximas semanas el curso de esta encuesta que los chicos de Claustrofobias Promociones Literarias generosamente nos hicieron pública en el sitio La Estantería y que sigue dándonos índices de lo que desean leer muchos cubanos.
Las preferencias lectoras de nuestra población son objeto de interés perenne de las instituciones del libro, en ese camino por lograr que, como propone nuestra política cultural, la lectura constituya cada vez más un bien social y un modo de que todos desarrollemos nuestro intelecto.
“Leer es crecer”, nos decía Martí y leyendo cada día más también lograremos ser mejores personas.
Todavía usted está a tiempo de responder nuestra encuesta sobre demanda insatisfecha si decide entrar al link y nos deja sus valiosas opiniones.
