El pasado 18 de abril se estrenó el primer capítulo de la serie británica “Mare of Easttown” y ya muchos adelantaban la sentencia de que “no existe nada nuevo bajo el sol”. En cierta forma, tenían razón, pues la trama de mujer detective que lidia con problemas personales a la vez que debe resolver un asesinato, ya se había visto en propuestas como “Happy Valley”, “The Killing” o “Sharp objects”. ¿Cuál fue entonces el as bajo la manga de esta nueva producción de la cadena HBO, la fórmula acertada que logró, según la opinión de crítica y público, la mejor miniserie en lo que va de año? Una narrativa con efectivas dosis de suspenso, reparto actoral caracterizado por desempeños creíbles y, sobre todo, un rol protagónico asumido magistralmente por Kate Winslet.
Mare Sheehan es la detective principal en el pueblito de Easttown, Pennsylvania. Su vida laboral transcurre sin grandes novedades, pues en su mayoría se encarga de conflictos entre vecinos y pequeños robos. Hasta que ocurre un asesinato que hace temblar la aparente tranquilidad del paraíso. A partir de entonces comienza el vertiginoso ritmo de la serie, al punto de que al final de cada capítulo nos sorprende la rapidez con la que puede transcurrir una hora.
Dicha producción salida de la dupla entre el escritor Brad Ingelsby (“Out of the furnace”, “The way back”) y el director Craig Zobel (“Z for Zachariah”, “American gods”, “Westworld”), combina la historia familiar de pueblo pequeño propio de los proyectos del primero con la pericia de las tramas sociales del segundo para crear un drama policial soberbio. A ellos se suman la música del compositor Lele Marchitelli (La grande bellezza) y el reparto que aúna jóvenes promesas representadas por Angourie Rice (Siobhan Sheehan), estrellas en ascenso como Evan Peters (Detective Colin Zabel) y veteranos del calibre de Guy Pearce (Richard Ryan) y Jean Smart (Helen Fahey).
En solo siete capítulos, se nos brinda el escenario propicio para atrapar el interés del espectador. No solo por la tensión aprensiva de tener un asesino en un pueblo donde todos se conocen, sino además porque brinda el otro rostro de las investigaciones criminales usualmente relegado, el del policía rural al que desplaza el detective citadino. Por supuesto, en esta ocasión será el lugareño quien dará las lecciones pues el crimen ocurre en su territorio y no se aplican las mismas reglas de las grandes ciudades.
Pero, además, la autoridad de Eastttown es Mare Sheehan. En una historia que tiene muchos puntos de contactos con su anterior “American woman”, Ingelsby retrata a la mujer detective de mediana edad, antigua gloria juvenil del deporte, que sufre la ingratitud de casos sin resolver a pesar de que vive dedicada a su comunidad. Eso sin contar que a la pesada carga se suman los dramas familiares: divorcio y próximo casamiento de su ex, el suicidio del hijo y la distanciación con su hija por no querer hablar del tema, la custodia por el nieto pequeño contra la madre ausente por las drogas. Para poder soportar su dura cotidianidad, Mare ha construido un muro externo de dureza, pero con grietas visibles para aquellos cercanos que saben mirar más allá.
Kate Winslet, con edad cercana a la del personaje que interpreta, probablemente realiza uno de los mejores papeles de su carrera. Años luz parecen haber pasado de sus primeros roles de cándida jovencita. Ahora la actriz británica demuestra no solo que está en sus mejores momentos, sino que el increíble histrionismo del que hace gala le permite desechar cualquier retoque físico o exceso melodramático para entregarnos el regalo de la naturalidad. Ropa holgada, cabello en desorden, angustiosas cachadas al cigarrillo electrónico junto a los suspiros de fastidio y la mirada de crónica tristeza por la pérdida del hijo. Tan formidable resulta la caracterización, que sorprenden sus carcajadas al enterarse del romance de la madre. Mare es un caleidoscopio de sentimientos que solo expone tras los diálogos con los demás. Y el toque de gracia lo asesta cuando pone en peligro su propia carrera para mantener la custodia del nieto, sacrificando no solo aquello en lo que es condenadamente buena, sino además mostrando que la carga sobre los hombros puede hacerse demasiado pesada y que, después de todo, ella también es humana.
Por supuesto, los otros actores también contribuyen a redondear el retrato del personaje principal. Los hombres como el detective Zabel o Richard el escritor solo cumplen su función de resaltar el ingenio de Mare y la difusa línea que ella misma se ha impuesto para separar el placer del deber. En una serie en la que se potencian los caracteres femeninos, las conversaciones más valiosas ocurren entre la protagonista y su mejor amiga, su psiquiatra, su hija y su madre, esta última brindando una relación poco convencional pero disfrutable hasta el último minuto.
A la excelente elaboración de personajes secundarios, “Mare of Easttown” suma también el trabajo notable para recrear un pueblo ficticio rural norteamericano. “¿Hay alguien con el que no estés relacionado?”, pregunta Zabel a Mare y esta le responde con un rotundo No. En el pequeño poblado, todos en cierta forma se conocen o guardan algún vínculo familiar. Pero más allá de la armonía aparente, asola el consumo de drogas, la tenencia de armas, hogares disfuncionales, madres adolescentes, la prostitución para sortear penurias económicas y el fantasma del suicidio como vía de escape a la depresión. Ello se convierte en caldo de cultivo para los secretos tan caros a toda serie de investigación policial.
Y es aquí donde se exponen quizás los elementos más flojos de la trama. En aras de cumplir las exigencias del thriller, la serie realiza ciertas concesiones que no la diferencian de sus semejantes en el género. Desde la víctima que no lo era tanto, la transformación de todos los personajes en presuntos sospechosos hasta los giros forzados del guion para insertar un culpable definitivo que solo se supo (por supuesto), a escasos minutos del final. En cierta forma, la miniserie cumple aquí con su cuota de previsibilidad y los parámetros inevitables por los que se miden las producciones del presente.
Sin embargo, nada de lo anterior demerita su excelente factura, sobre todo porque el pilar principal sobre el que se asienta, la protagonista, se mantiene imbatible. Tras varios proyectos con éxito irregular, Kate Winslet volvió a ser elegida por HBO diez años después de su “Mildred Pierce” y demostró que sigue formidable. Su personaje carga sobre sus hombros el bienestar de la comunidad, la misión de seguir haciendo cosas grandiosas a pesar de que todos, como le comenta luego a Zabel, “esperan eso de ti mientras tú estás tan jodido como ellos”. En ocasiones se siente atrapada por tener constantemente que decidir entre la ley o conservar a sus seres cercanos, pero definitivamente, Easttown es un mejor lugar con Mare presente. De ahí que el final, aunque mantiene la línea de congénita tristeza por el alto precio que para ella representa hacer siempre lo correcto, es esperanzador y digno de aplausos al verla finalmente superar su dolor y reunir fuerzas para subir al ático.
Ficha técnica
Título: Mare of Easttown
Año: 2021
País: Estados Unidos
⏱ Duración:403 min
Dirección:Brad Ingelsby (Creador), Craig Zobel
Guion: Brad Ingelsby
Fotografía: Ben Richardson
Género: Serie de TV. Animación. Acción. Ciencia ficción | Animación para adultos. Serie de antología.
Reparto: Kate Winslet, Evan Peters, Sosie Bacon,David Denman, Guy Pearce, Neal Huff, Cameron Mann, James McArdle, Ben Miles, Patrick Murney, Julianne Nicholson, Angourie Rice,Jean Smart
Productora: HBO, Mayhem Pictures, wiip studios. Distribuidora: HBO