“Oye, extraño tu comentario sobre Vivir del cuento. ¿Qué te pareció el de anoche? Un capítulo picante, y con doble sentido, pero donde los niños jamás se imaginaban de lo que se estaba hablando”, me escribió un amigo de Facebook, porque generalmente pongo un post cuando un programa, un editorial o una presencia me impresiona en la pantalla.