La tensa situación epidemiológica de Mantua tuvo su punto crítico el pasado martes con la puesta en cuarentena total del Consejo Popular urbano de este territorio noroccidental.
Expertos de Salud Pública en Pinar del Río supervisaron el sistema de trabajo adoptado para detener el curso de la pandemia, que ya supera la treintena de casos confirmados y más de 400 contactos en la villa cabecera y comunidades aledañas.
Juana Veliz Ríos, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba hizo un llamado a materializar con absoluta inmediatez los procedimientos establecidos ante la alta transmisibilidad que manifiesta el virus en las últimas semanas.
“El plan de medidas pensado, bien analizado, con la acción colectiva de todos los que tenemos que ver con el problema tiene que traducirse en sistema de trabajo, en sistema de todos los días para saber lo que está ocurriendo en otros lugares, para ir allí y contribuir en los lugares. Eso es un imperativo”– puntualizó.
Entre los señalamientos del grupo de trabajo, en las primeras horas de establecida la cuarentena, figuró la baja densidad de las pesquisas en los últimos 20 días y la aún insuficiente profundidad en la intervención de los equipos básicos en las áreas de salud, aspectos que dificultan la detección temprana de casos sospechosos.
Fortalecer eslabones en la cuarentena
Otros aspectos esenciales del debate fueron la urgencia por fortalecer la información a la ciudadanía y el establecimiento de vínculos efectivos y sistemáticos entre el sistema de salud local, la administración y los consejos de defensa de zonas para ejercer control de la situación.
“Las primeras acciones que tenemos que hacer aquí son de control- expresó el gobernador de Pinar del Río- para exigir que lo que está previsto se haga bien. Prácticamente no hay que incorporar muchas medidas nuevas en medio de esta cuarentena que ustedes inician hoy; la mayor cantidad de medidas hay que ponerlas en función del control”.
Las primeras 24 horas de cuarentena total en el Consejo Popular Mantua evidencian un creciente ordenamiento de los procesos sanitarios, la distribución ordenada de alimentos, y una cada vez más compacta organización social, en un escenario que restringe la movilidad y obliga al distanciamiento.